Por Óscar Ramírez Maldonado, Fotos: Cortesía/ El 28 de junio se celebra el Día del Orgullo LGBTTI+, sin embargo, todo el mes es para la comunidad el mes del orgullo. Este año, la Marcha del Orgullo en la CDMX, por las restricciones sanitarias, se realizará de manera virtual el 26 de junio.  El comité organizador señaló a través de un comunicado que: “Aún no existen las condiciones óptimas para que la edición número XLIII de la Marcha del Orgullo LGBTTI+ pueda realizarse, como lo conocíamos antes de este acontecimiento histórico que estamos viviendo”.

Por esta razón, la celebración tendrá actividades también con una serie de transmisiones a través diversas plataformas el 25, 26 y 27 de junio.

Para hablar sobre este tema platicamos con Alberta Cánada, la protagonista de Vestida y Alborotada; Roberto Cabral, creador y director de Érase una vez un Drag; y Myrna Moguel, codirectora y coautora con César Enríquez, de FIERCE/Fiera. Los tres montajes son parte del ciclo Entre lenchas, vestidas y musculocas.

El teatro como herramienta para visibilizar y sensibilizar

Para nuestros entrevistados, el teatro es una herramienta muy para sensibilizar y visibilizar las problemáticas que enfrenta la comunidad LGBTTI+. Problemáticas que tienen que ver con la discriminación, la violencia y la ausencia legislativa. Es sintomático que en México 11 estados no aprueban el matrimonio igualitario, muchos que lo han hecho ha sido por orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Yo creo que el teatro tiene una cualidad que es apelar a lo humano, al contacto. El teatro mueve fibras muy sensibles, a través de la risa en mi caso que hago cabaret, a través del drama, a través de valores universales”, nos dice Alberta Cánada. El teatro es capaz de provocar cambios en la manera de concebir el mundo y de abrir panoramas, explica.

Al respecto, Myrna Moguel cree que al visibilizar con el teatro la diversidad de discursos y de maneras de expresarnos podemos avanzar hacia la equidad y “empoderando nuestros discursos”.

Para Roberto Cabral el teatro es “el arte más humano, donde se quedan reflejados los vicios y las virtudes”. Desde ahí es que puede sensibilizar y ser una herramienta de conocimiento y para exponer la realidad. “Para nosotros es muy importante, Dragatitlán, empezar desde abajo, empezar a sensibilizar, a cambiar estigmas y prejuicios hacia la comunidad LGBT, en específico hacia la parte trans”, comenta el director y dramaturgo.

En este sentido, las presentaciones de Érase una vez un Drag en plazas públicas, nos platica Cabral, ha sido una experiencia muy gratificante. Al final del espectáculo, señala, se invita a algunas personas del público a participar en un concurso de drag y desinhibirse. Al finalizar el concurso se les invita a dar un discurso amoroso y de respeto a la diversidad, el resultado ha sido “unas cosas tan maravillosas”, señala.

Resiliencia de la comunidad

Roberto Cabral considera que si bien la comunidad es también una familia y se debe de cuidar, también hay que fomentar la fraternidad y el amor en las familias. Sobre esto, agrega, lo importante es quitar todos los prejuicios, pues el amor es universal y nada tiene que ver con la sexualidad. Las ideas erróneas sobre la comunidad, explica, se le ocurrieron a alguien en algún momento, “pero ha hecho muy infelices a muchas personas”.

Al respecto, el director y actor ubica a la Iglesia, los partidos conservadores y los grupos conservadores como los grandes enemigos de las personas LGBTTI+. “Son enemigos de la humanidad, porque también odian a las mujeres”, y eso es lo que se tiene que enfrentar, más que al resto de la sociedad que “está dispuesta a cambiar”.

Si bien dentro de la comunidad LGBTTI+ existe también clasismo, racismo y dinámicas de homofobia, lesbofobia, bifobia interiorizada, nos dice Alberta, también existe un interés generalizado por participar y ejercer la ciudadanía. “En ese sentido yo creo que la participación de la comunidad sexo diversa ha sido, en los últimos años, fundamental para todas estas transformaciones en todos los ámbitos”, nos dice.

Para Moguel se trata de un camino que se está recorriendo. Considera que este camino se ha transitado por etapas, en las cuales en un inicio los hombres homosexuales -hablando en las artes escénicas- han tenido más visibilidad. “Estamos en eso, recorriéndolo y también tomando el discurso de la mujer, que también viene desde ese lugar, creo que estamos en el camino. Y bueno, ya hablar de personas trans en el teatro eso es algo que apenas ahora estamos viendo nuevas generaciones, nuevas identidades”, puntualizó.

La importancia de la celebración

Nuestros entrevistados coinciden en que tanto el Día del Orgullo, el Mes del Orgullo y la Marcha del Orgullo tienen una importancia real y simbólica. Se trata de visibilizar a la comunidad LGBTTI+ y sus necesidades que no han sido atendidas. Se trata de celebrar la diversidad, la libertad y el respeto. Sin embargo, un aspecto importante es hablar sobre las violencias que sufre esta comunidad y sobre los grandes pendientes legislativos y sociales que existen.

Alberta Cánada destaca que la importancia simbólica radica en que es un mes en el que se crea comunicación y un vínculo con la sociedad. “Es importante que tengamos un nicho de representación, de visibilidad, de celebración, porque es un mes donde nosotros salimos a la calle a exigir derechos, pero también salimos a celebrar nuestra diferencia, a celebrar nuestras identidades, a celebrar nuestras orientaciones sexuales”, explica.

En este sentido, Cabral señala que la importancia es decir “estamos aquí, es decir, existimos”. Esto es importante porque “antes de la marcha éramos golpeados, antes de la marcha éramos torturados, asesinados. No podíamos existir”. Otro aspecto fundamental, consideró, es la concientización de la propia comunidad LGBTTI+. El “reconocer el trabajo de todos los que han dado la vida para que nosotros, en este momento, podamos tomarnos de la mano, podamos darnos un beso en la calle, podamos amar a quien queramos amar”.

Moguel, por su parte, destaca que es importante celebrar la diversidad, las diferentes formas de pensar y celebrar el respeto. “El respeto que debe existir entre todas y entre todes, eso es lo importante, eso es lo que hay que visibilizar”, dijo.

Reflexiones en torno al Día del Orgullo LGBTTI+

Roberto Cabral considera que en la Ciudad de México la celebración ha ganado terreno en el marco de gobiernos progresistas y democráticos. En este sentido, reconoce a la Secretaría de Cultura local y al Sistema de Teatros por crear el ciclo Entre lenchas, vestidas y muscoloca. En su opinión, “es muy importante, porque nunca, en ningún gobierno había abierto sus espacios teatrales, sus puertas, a la cultura LGBT+”.

Alberta Cánada señala que “es muy importante nombrarnos y vernos reflejados en la sociedad, porque contribuimos a la sociedad desde nuestros diferentes ámbitos, porque estamos en todas las áreas de conocimiento, en todos los estratos sociales, y creo que ese es el valor de este mes”. Y finaliza la charla con nosotros con esta reflexión para nuestros lectores: “Lo importante es siempre tener estos valores, no ser indiferentes ante la discriminación, ante la violencia que sufren las personas. Entre nosotras y nosotros hay gente muy afortunada que hemos tenido familias, amigos y lugares donde desarrollarnos, pero esta situación en algunos lugares del país sigue costando vidas, sigue causando situaciones de violencia que a todas y a todos nos deberían de llenar de una infinita vergüenza”.

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