Por Arantxa Castillo, Fotos: Cortesía y Francisco Bravo/Este año el teatro nos regaló momentos inolvidables con las distintas propuestas que nos ofreció la cartelera del 2019. Como espectadores y amantes del teatro, reímos, lloramos, nos conmovimos y reflexionamos sobre la vida, la sociedad y la muerte.

Para cerrar el año reunimos las opiniones de nuestros reseñistas y colaboradores para seleccionar las mejores obras del año según su criterio. Aunque los listados de nuestros reseñistas dejaron claro que en gustos se rompen géneros. Estas fueron las coincidencias que nos permitieron enlistar las mejores obras de 2019.

The Pillowman: Esta obra que protagonizó Regina Blandón y Pierre Louise fue una de las favorita de nuestros críticos. Bajo la dirección de Miguel Septién,  nos contó la oscura historia de Katurian  y gracias a su excepcional trabajo en escena, nos dejó sin habla. Humor negro y thriller se unieron en esta obra que nos muestra el momento en que un escritor de cuentos para niños es detenido por una serie de asesinatos que ocurren en su pueblo.

Blackbird: Esta historia sobre un abuso sexual que protagonizó Cassandra Ciangherotti y Alejandro Calva conmovió a nuestros reseñistas, quienes aplaudieron el trabajo de los histriones que en escena dieron vida a un encuentro lleno de culpas, resentimientos, reproches y recuerdos dolorosos. “Un texto brillante” según Kerim Martínez. Además fue la ganadora del 1° período de los Premios del Público Cartelera 2010.

Tragaluz: “Un trabajo impecable” es como define Roberto Sosa esta pieza escénica protagonizada por la nominada al Oscar, Marina de Tavira y Rafael Sánchez Navarro. La historia de David Hare dirigida por Luis de Tavira nos desgarró con el encuentro de dos amantes que no han podido olvidarse, pero saben que lo mejor es no estar juntos.

Chicago: El ritmo del jazz y la sensualidad hicieron lo suyo en Chicago. Biby Gaitán y María León prendieron el escenario del Teatro Telcel con este musical tan bien producido como cualquiera en Broadway.

Camille Claudel: “Una pintura que cobra vida” fue la expresión con la que Roberto Sosa definió esta obra. La sensibilidad de esta mujer, su arte y su turbulenta relación con el pintor y escultor, Auguste Rodin quedaron plasmadas en este monólogo que protagonizó Yuriria Fanjul.

Vincent, girasoles contra el mundo: Mario Iván Martínez llenó el Teatro Helénico con su puesta en escena sobre la vida del pintor neerlandés que lidió con el rechazo a su arte, la pobreza y la inestabilidad emocional. Vestuario, música y actuaciones enamoraron al público de esta obra.

 

La vida de Roth: Colectivo Leviatán nos presentó la historia de una mujer etiquetada por la sociedad como “poco importante”. Roth, una mujer tímida con una máscara que sin palabras nos diría lo más esencial e importante de la vida.

Los olvidados: Para Kerim Martínez esta obra fue “un homenaje a la película de Buñuel”. Esta propuesta en escena sin diálogos, con máscaras, mucho movimiento y acciones nos relata una historia sobre la juventud perdida y la delincuencia en los barrios bajos de la Ciudad de México.

Hay un lobo que se come el sol todos los inviernos: Cristian Magaloni nos trajo este texto de Gibrán Portela sobre Leo y Ham, dos hermanos que crecieron bajo el mismo techo, uno es un asesino y él otro desea seguir su vida, pero quiere proteger a su hermano, en donde pudimos ver la destacada actuación de Roberto Beck, como uno de los hermanos.

¿Quién teme a Virginia Woolf?: Daniel Giménez Cacho, Pedro de Tavira y Laura Almela encabezan en elenco de la puesta de Edward Albee que de acuerdo con Roberto Sosa“simboliza la decadencia de una sociedad”. Una gran obra que nos trajo momentos de tensión y drama, que nos dejaron boquiabiertos por las grandes actuaciones en escena. La obra regresa en enero al Teatro El Milagro.

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