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Por Arantxa Castillo, Fotos: Cortesía/A pesar de la pandemia que mantiene en casa a gran parte del mundo, las protestas y denuncias contra el racismo, el clasismo y la homofobia están en plena efervescencia. Hoy más que nunca somos conscientes como sociedad del impacto que tiene el haber normalizado durante décadas comentarios, chistes y prejuicios al otro, ya sea por su color de piel, su nivel adquisitivo, su género, su peso o su orientación sexual.

El escenario ha representado para muchos, un altavoz para denunciar, exponer, para crear contenidos que promuevan la conciencia sobre estos temas.

En entrevista realizada para conmemorar el mes del orgullo LGBT+, los creadores escénicos Ana Francis Mor, César Enríquez y Mariano Ruíz se sinceran con Cartelera de Teatro sobre la discriminación que han sufrido en la industria del espectáculo y reflexionan acerca de ello.

“Hay que dejar de pretender que la heterosexualidad es la norma”, Ana Francis Mor (actriz, directora y dramaturga, cofundadora de Las Reinas Chulas)

“Tenía 21 años, cuando fui a la Cineteca, me mandó Margules del Foro del Teatro Contemporáneo. Recuerdo que pasaron una película lésbica, fue la primera vez que vi en la pantalla grande a dos mujeres besándose, yo no te puedo explicar lo bien que se siente por primera vez pararte en el cine y sentir maripositas en el estómago, cuando ves una de escena de amor, fueron maripositas que nunca sentí con toda la heterosexualidad que había visto y ahí supe que eran las historias que quería contar, me ocupe de eso”.

“Toda la vida es algo (la discriminación) con lo que tienes que vivir, con lo que aprendes a vivir. Yo te diría que la primera discriminación que vivimos fue la de ser mujeres, ése fue el primer asunto. De repente nos relacionaban con el estigma del teatro lésbico o ellas hacen el teatro de mujeres, como si lo masculino fuera lo universal, como si lo heterosexual fuera universal. El teatro mexicano es blanco, heterosexual, misógino y masculino, todas las expresiones que no presenten esas historias son diversas y alternativas, pero yo diría que es al revés, seguimos normalizando la heterosexualidad y los roles de género en la narrativa”.

“Existe un asumir cultural sobre la heterosexualidad como norma. Siempre entras en la cuota, siempre entras en la programación de junio y está poca madre, pero no entras todo el año. Hay que darnos cuenta que la diversidad sexual es amplia, hay que aflojarnos el calzón literalmente y empezar a desmontar los supuestos de la heterosexualidad. Dejar de pretender que eso es la norma, es ofensivo e indignante que lo asuman como ejemplo de amor, como guion de la familia, de la pareja, de la construcción”.

“Cuando me permití abrir mi alma y mi ser en el escenario, es cuando mi ser encontró una identidad”, César Enríquez (actor, dramaturgo y creador de La Prietty Guoman)

“Te podría decir que mi trabajo escénico nunca ha sufrido un rechazo del espectador, pero me ha pasado que en mi formación sí me tocaron maestros que sin ser groseros, porque nunca fueron agresivos hacia mi persona, me dijeron que mi sexualidad no le importaba al espectador y no tenía porque verme afeminado en el escenario y que tenía que trabajar mis rasgos. Fue algo que me creí por mucho tiempo y empecé a trabajar en erradicar mi femineidad. Contrariamente cuando empecé a tener éxito en mi trabajo, fue el día que yo decidí comenzar a interpretar personajes femeninos y abrir mi trabajo desde lo LGBT+, tratando de hablar desde la discriminación que yo había sufrido”.

“Ahora me doy cuenta que fue todo lo contrario, cuando me permití abrir mi alma y mi ser en el escenario es cuando mi ser encontró una identidad en el teatro mexicano. A veces me gustaría encontrarme a los profesores que me decían que eso no le interesaba al público, para decirles que sí, al público sí le interesa, porque hay muchas personas que han vivido algo similar y se sienten identificadas, mi trabajo en el teatro ha sido portar la voz de los que han sido silenciados”.

“Todavía es algo doloroso llegar a un casting y escuchar ‘no queremos personajes homosexuales’, me parece un acto de censura y de discriminación por tus rasgos físicos. Eso pasa mucho en la publicidad, el cine y la televisión bajo sus honrosas excepciones nos han quedado a deber. Ahora se maneja el nuevo cliché del gay blanco y adinerado que no se le nota y los gays que tienen rasgos femeninos de cuerpos normales, de rasgos mexicanos, de tez morena parece que no existimos para ellos. Por eso La Prietty Guoman funciona tanto, porque aunque es fársica es un personaje con el cual mucha gente se puede identificar”.

“¿Por qué no podría haber un Hamlet amanerado?, ¿por qué tenemos la idea universal de que los hombres se ven de una sola manera?”, Mariano Ruiz (actor, dramaturgo y creador de The Shakesperean Tour)

“Cuando empecé a travestirme para hacer mis personajes femeninos de mis espectáculos cabaret, la sensación que me daba la gente alrededor era que lo que estaba haciendo era un hobbie, pero no necesariamente una carrera.Eso fue raro porque esto para mí era muy serio”.

“Empecé a recibir consejos que me invitaban explorar mi masculinidad y buscar papeles más parecidos a mi físico. Incluso en mi formación, se me invitó a verme masculino, nunca me consideré un chico masculino y ese conflicto vivió en mi cabeza hasta que hice The Shakespearean Tour, gracias a este espectáculo me di cuenta lo mucho que necesitaba ser un actor femenino.

“Esto me permitió sentir confianza de expresarme en lo que yo quería hacer y lo yo era, me abrió la puerta a otros personajes que me permiten seguir explorando el género desde quien soy yo. ¿Por qué no podría haber un Hamlet amanerado? ¿por qué tenemos la idea universal de que los hombres se ven de una sola manera?”.

“Creo que en las escuelas de teatro, no saben cómo tratar a los alumnos muy femeninos y a las actrices masculinas, tengo muchas amigas que han pasado por lo mismo, en su momento no podía ser firme ante quien era para no ceder ante las visiones de otras personas”.

Para Ana Francis, César Enríquez y Mariano Ruiz, aún queda un largo camino por recorrer, sin embargo, cada vez son más las compañías de teatro, las dramaturgias y exponentes que enfrentan en el escenario, los prejuicios, los tabús y la discriminación que la comunidad enfrenta en la actualidad.

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