Por Arantxa Castillo y Fotos Cortesía VioGG Rp/El director José Sampedro explora el dolor más aterrador al que un padre puede enfrentarse: la muerte de un hijo, en la puesta en escena La Madriguera del dramaturgo norteamericano David Lindsay Abbaire (Buenas Personas).

Con las actuaciones de Johanna Murillo, Margarita Sanz, Nacho Tahham y Adriana LLábres llega el 16 de julio al Foro Lucerna, esta poderosa historia que aborda el duelo y cómo nos relacionamos con la muerte.

“Cuenta la historia de una pareja, Becka y Javi que pierden a su hijo de 4 años en un accidente, la puesta comienza 8 meses después del suceso. La Madriguera nos habla básicamente de la muerte de cómo los seres humanos nos relacionamos con ella y la forma en que podemos sobrellevar un hecho así”, comentó Sampedro en entrevista telefónica.

Abundó: “Ellos tienen un proceso de duelo en oposición directa, Becka tiene mucha necesidad de moverse, seguir adelante, desechar algunas cosas, cambiarse de casa y su esposo Javi siente que debe conservar ciertos objetos porque no quiere olvidarse de su hijo. Esto genera una guerra en la casa porque no solo su hijo murió, sino que ambos habían basado su identidad en ser padres y ahora se han quedado con un gran vacío existencial que va más allá de la pérdida de su hijo”.

Mencionó que David Lindsay escribió esta historia en un momento en el cual se encontraba bloqueado, por lo que apeló al consejo de uno de sus maestros.

“Es una historia muy fuerte, pero al mismo tiempo muy hermosa. David Lindsay escribió este texto en un momento en el que se encontraba un poco bloqueado y recuerda que uno de sus maestros le dijo, que escribiera de lo que más teme en la vida y él pensó en el miedo a perder a su hijo, pero esta obra habla también de cómo seguir adelante, aún hayamos vivido nuestro mayor miedo”, comentó el director.

Explicó que a pesar de abordar un suceso trágico, no tiene tonos de melodrama sin embargo si momentos de comedia.
“Esta obra es un drama sí, pero Lindsay entiende el realismo a la perfección, no cae en ningún melodrama por las circunstancias dramáticas, sino que hay muchísima comedia, los personajes no están transitando momentos emotivos, más bien viven emociones contenidas un poco añejas, pero se dan cuenta que pueden vivir con esto, esa es la tesis de la obra que uno puede seguir adelante y conectarse con su ser querido de otro lugar”, dijo Sampedro

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