El teatro es un territorio que se presta para explorar. El acto de comunión y presencialidad sucede donde está un público que desea escuchar una historia y un equipo creativo que busca narrar algo. Ensoñación es teatro, pero también es una indagación poética. Nos habla de la pérdida, del sueño.

De la autoría de Mariela Asensio, bajo la dirección de Aída del Río, este montaje es un pieza de teatro no convencional que, a través de lo onírico propone una experiencia distinta. Con las actuaciones de Gabriela Steck, Gerónimo Espeche y Saúl Villa, la obra se presenta los sábados en una locación secreta en un lugar de la colonia Roma.

Aquí te cuento tres razones por la cuales debes ir a ver Ensoñación.

1. Una experiencia teatral fuera del teatro. El montaje hace un guiño a los speakeasy de la época de la prohibición en los Estados Unidos. Para asistir necesitar reservar tus entradas, las cuales incluyen un trago de bienvenida. Una vez realizado el proceso se te hará saber el lugar donde se realizará la función y una contraseña que tendrás que decir en la puerta. La idea es dar a la audiencia una experiencia teatral distinta. Se trata de una obra que puede disfrutar el público asiduo al teatro y también el público que no está tan acostumbrado al teatro.

2. Poesía que toma el escenario. “El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera”, decía Federico García Lorca, y, precisamente, de eso trata Ensoñación, es un texto que habla de la pérdida, del duelo y de cómo, a través del sueño, transitamos por estas experiencias como individuos. La poesía está presente en cada línea de esta obra, son reconocibles los versos del escritor italiano Cesare Pavese, como Verrà la morte e avrà i tuoi occhi y Creación. Poemas que apelan al sentimiento de pérdida y el asombro del ser humano ante la muerte.

3. Un territorio onírico. El espectador en este montaje se encuentra ante los territorios del sueño y del subconsciente. El surrealismo es una constante. Nos recibe y es una presencia contante La Palmista de Leonora Carrington, un personaje nocturno que alude a la protección. La escultura de la artista, en un puppet realizado y accionado por Saúl Villa, se convierte en un personaje de la obra. Articula, como un resorte venido del territorio intangible del sueño, la historia que nos cuenta Gabriela Steck y Gerónimo Espeche. Como alegoría del sueño o la pesadilla nos guía por un universo onírico donde el aplastante sentimiento de una pérdida nos dice también que nada es permanente, que todo ser humano puede resurgir incluso de los momentos más oscuros de la vida.

Sí te gustan las propuestas diferentes y el teatro en espacios no convencionales, Ensoñación es una obra que debes ver. Se trata de una experiencia que, seguramente, disfrutaras.

Para más información de la obra, horarios y reservaciones, haz clic aquí.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Fotos: Cartelera de Teatro.

 

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