Por Arantxa Castillo, Fotos: Logan  García/ Adriana Llabrés se ha convertido en una de las promesas del teatro mexicano.  Ha trabajado con reconocidos directores como Daniel Veronese, Diego del Río, Angélica Rogel y actualmente con Enrique Singer para la obra A puerta cerrada de Jean Paul Sartre, que extiende temporada en el Teatro Independencia San Jerónimo.

Esta obra le permite a Adriana cumplir una de sus mayores satisfacciones como actriz: provocar al público. “Es parte de mi esperanza cuando hago teatro, que algo de lo que nosotros hacemos al interpretar un texto, deje a la gente pensando o reflexionando”.

Cordial y  atenta a las preguntas de Cartelera de Teatro, Adriana Llabrés nos cuenta sobre Estela, personaje que interpreta en la obra, donde comparte créditos junto a Blanca Guerra, Alejandro Camacho y Paulina Soto.

“Ha sido muy divertido interpretar a Estela. Ella es una mujer que se ha esforzado mucho para estar en un lugar que le permite validarse. A mí eso me rompe la cabeza y el corazón. Creo que muchos podrán sentirse identificados, todos hemos hecho alguna vez cosas para alcanzar el supuesto éxito, para pertenecer a la sociedad. Mucha gente está enfocada en ganar dinero, sin importarles su felicidad. Estela lo ha conseguido, pero no es feliz y por eso les hace daño a otros”.

Añadió: “Eso hace la gente que no es feliz, en mi vida nunca he llegado a ser tan infeliz, pero creo que cuando uno se siente mal, le puede hacer daño a los otros”.

La infelicidad, la ambición, el ego y la vanidad son los vicios de los personajes de A puerta cerrada. Acerca de ellos, Adriana Llábres nos dijo: “Totalmente creo que por eso, están en el infierno, y es que está cañón, el no responsabilizarte de tus decisiones, pero es lo que hay que hacer, hay que dejar de culpar a los demás, de no ser felices. Estos tres personajes se la pasan justificándose todo el tiempo”.

Llabrés explica que esta obra nos invita a reflexionar sobre la libertad propia y la de los demás. Para ella el infierno siempre serán los otros, hasta comprender que nadie puede controlar el comportamiento de los demás.

“Yo creo que el infierno son los otros, si tú no arreglas tus conflictos. Para Estela el infierno es que no le hagan caso, ella tiene un problema con eso.  No puedes controlar a los demás y mientras quieras seguir controlando, lo que piensan o dicen de ti. Vas a vivir un infierno”.

La actriz está contenta de volver a trabajar con Blanca Guerra y conocer a Alejandro Camacho. Actualmente se encuentra trabajando en proyectos de cine y televisión. También aseguró que le gustaría explorar las voces de mujeres mexicanas en el teatro.

“No hay algún plan definido, pero siento la necesidad de contar otras cosas en teatro, desde la producción o la dramaturgia.  Me gustaría escarbar en las historias de las mujeres mexicanas o trabajar más con autores contemporáneos”, concluyó la actriz.

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