Por Arantxa Castillo, Fotos Cortesía/El amor como sentimiento universal se ha expresado infinitamente en las artes, el teatro no es la excepción. Desde los inicios del teatro hasta nuestros días, el amor de pareja ha sido explorado de diversas maneras.

Romeo y Julieta, La Celestina, Don Juan Tenorio, El fantasma de la Ópera y Un tranvía llamado deseo, son solo algunas de las obras universales más recordadas a propósito del amor de pareja. Demostrando que aunque los tiempos y las formas cambian, el amor romántico sigue siendo un tema.

Para entender un poco más sobre el amor romántico en el teatro, platicamos con el director Enrique Singer; el actor, director y dramaturgo Adrián Vázquez y el actor Emmanuel Lapín. Esto fue lo que nos dijeron al respecto.

Para Enrique Singer no hay forma de hablar del amor romántico en el teatro, si no es a través del drama y el conflicto: “Es lógico que se aborde de manera trágica en el teatro. Porque como es un drama, el amor es muy bello y el teatro aparece en el momento en el que el amor se rompe, en el que hay un drama, en el que truenan ambas partes. Nosotros vivimos del drama que existe en el amor, no se puede concebir el teatro, si no es a través del enfrentamiento de dos fuerzas antagónicas, cuando hay amor explota aún más. Ese es el lugar del teatro, lo que nos interesa es el conflicto”.

Los Negros Pájaros del adiós/Francisco Bravo

Abundó: “Como por ejemplo lo que ocurre en Escenas de un matrimonio de Bergman. Todo es armónico, hasta que él llega una noche y le dice a la esposa que la deja, porque se enamoró de una jovencita. Y se va. El gran drama explota y el cosmos se mueve hasta regresar a su lugar. De eso tratan todas las tragedias. Por suerte para nosotros existe el desamor, el engaño, la infidelidad. Si no, no tendríamos de que vivir”, comentó Singer a Cartelera de Teatro.

Por otro lado, para Adrián Vázquez el amor de una pareja es usado en el teatro como un pretexto para contar una historia con diversas problemáticas. Tal es su caso con la obra Wenses y Lala.

“La verdad cuando escucho que alguien habla de Wenses y Lala como una ‘gran historia de amor’, me da algo, porque yo no la veo así. Creo que, de entrada, si intentamos ver el teatro como un tema, quizá estamos limitando la labor del teatro, porque las obras tienen múltiples lecturas. Wenses y Lala es una comedia con tintes de tragedia, los personajes son sarcásticos, se burlan de todo y cuando no, padecen la tragedia que conlleva vivir en un país como México. Ellos para mí se mueven por su optimismo, por creer que la vida vale la pena pese a todo. Ahí radica la fuerza del amor, no necesariamente romántico, pero sí el amor”.

Don Juan Tenorio/ Francisco Bravo

Por otro lado, Emmanuel Lapín coincide con Enrique Singer al definir como “fatalista” la forma en el que el teatro representa el amor de pareja.

“Siempre hay una perspectiva fatalista, pienso en Romeo y Julieta de Shakespeare, que es una de las bases del teatro. Desde ahí vemos siempre fatalismo y una gran pasión. El amor romántico en teatro refleja mucho esa entrega y esa pasión, sudor y lágrimas, lo damos todo en pos del amor romántico. Yo intento vivirlo un poco más tranquilo, pero me ha tocado explorar el tema de la pasión y el discurso es muy similar”, comentó.

En ese sentido el amor forma parte de inherente de nuestra naturaleza humana. por lo que grandes amores y grandes pasiones seguirán siendo explorados en la escena teatral. Para cuestionarnos, comprenderlo o sanarnos.

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