El día de hoy se anunció el próximo estreno de El Libertino, de Eric-Emmanuel Schmitt, en el Teatro Helénico. La puesta en escena, bajo la dirección de Otto Minera, cuenta con un elenco integrado por Rafael Sánchez Navarro, Marina de Tavira, Karina Gidi, Marcela Guirado, Andrea Guerrero y Alberto Dányuro.
Ambientada en el siglo XVII en Francia, esta comedia usa como pretexto al filósofo de la ilustración Denis Diderot para hablar de la libertad y la moral. Otto Minera, señaló que se trata de una obra universal, de una comedia que, como todas las comedias, trata “de ser libres, de la libertad, de romper las ataduras, la cadenas que sofocan a los individuos y a la sociedad”. La comedia es, abundó Minera, minimizar con la risa a los poderes establecidos, a las costumbres y las convenciones que sofocan a la vida y la libertad.
En este sentido, explicó el director, el autor utiliza a Diderot como personaje y se basó en hechos reales y se ciñe a hechos históricos para realizar un gran fresco de las costumbres y el intento de agrietar estas costumbres y cambiarlas por la libertad individual.
Por su parte, Rafael Sánchez Navarro, consideró que El libertino se trata de un texto inteligente y divertido, el cual tiene muchos niveles de lectura, que permiten profundizar en la filosofía y la vida de Diderot o pasar un rato ligero y divertirse. En este sentido, Karina Gidi refirió que es una obra muy ingeniosa en la que se tienen estos distintos niveles y esta diversión.
Marina de Tavira señaló que se trata de una de las mejores obras de teatro con las que se ha topado, tiene, “como buen francés, la brillantez, la ligereza, la alegría de Molière, creo que le hace un hermoso homenaje, le dieron un premio Molière de hecho en Francia”.
Es una obra, agregó De Tavira, que pone sobre la mesa de manera muy divertida debates y discusiones muy interesantes, es divertida e inteligente al mismo tiempo. Este personaje que esta escribiendo para la enciclopedia el artículo de la moral se va a ver enfrentado con estas mujeres y enredado con sus propias ideas y conceptos. Para decirnos al final que “no podemos asir, definir y encasillar cosas que son más una experiencia humana, un a experiencia de vida, que una definición enciclopédica, como el amor, como el erotismo, como la paternidad, como la familia, como la fidelidad, como el matrimonio, como la moral misma, es cambiante, es movimiento, como la misma vida”.
El diseño de vestuario de El Libertino estuvo a cargo de Tolita y María Figueroa, mientras que la escenografía e iluminación fueron diseñadas por Jorge Kuri. Jacobo Lieberman y el propio director del montaje, fueron los encargados de su musicalización.
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