Escrita por Sandra Burgos, Archipiélago nos hace transitar por un viaje que va y viene por el presente y pasado, que explora la profundidad del dolor y la forma en que éste puede moldear nuestra identidad, ofreciéndonos valiosas lecciones sobre la búsqueda de la redención, así como la propia felicidad.

Esta historia que tiene claras reminiscencia a la obra de Chéjov, cuenta con un acertado equipo, desde la dirección a cargo de Valeria Fabbri (LUN, Extravíos sexuales de la clase media) hasta las actuaciones de Sophie Alexander-Katz, Sandra Burgos, Flavia Atencio, Viridiana Olvera, como las hermanas, Pilar Ixquic Mata como la madrastra, y Manuel Cruz Vivas, César V Panini, Roberto Cázares, Andrew Leland Rogers como las parejas de las hermanas, rematando con el carisma del niño, Antuan Trejo.

La obra se presenta en el Foro Shakespeare y estas son las reflexiones que nos dejó:

1. Reconstruyendo los vínculos rotos. La obra nos ofrece una reflexión sobre la persistencia del dolor y su impacto en las relaciones familiares. A través de las experiencias de las cuatro hermanas que fueron abandonadas en la infancia, observamos cómo el dolor puede convertirse en un divisor profundo, separando incluso a aquellos unidos por la sangre, subrayando la importancia de abordar el dolor para reconstruir los vínculos rotos.

2. Las máscaras que todos llevamos. A menudo, las personas llevamos puestas máscaras que nos sirven para ocultar el dolor interno. Esta representación nos ofrece una visión de situaciones que son comunes en la sociedad, arrojando un poco de luz sobre ellas; de lo contrario, solo perpetuaríamos la separación y el sufrimiento. Este fenómeno se ejemplifica cuando las hermanas se reúnen, revelando cada una sus malestares, como la apatía, la indiferencia y la supuesta felicidad, que en realidad sirven para encubrir heridas profundas que aún no han logrado sanar.

3. La importancia de comprender el pasado. A lo largo de la obra, se presentan diferentes momentos que ocurrieron en el pasado y el presente. Estos flashbacks nos proporcionan el contexto necesario para comprender la vida de cada hermana, justificando así sus actitudes actuales. Comprender las raíces del dolor nos capacita para abordar de manera más efectiva las consecuencias que arrastramos en el presente y abre la posibilidad de sanación, a través de la empatía y la verdad.

Archipiélago se presenta los miércoles y jueves, hasta el 25 de abril, en el Foro Shakespeare, ubicado en Zamora 7, Col. Condesa, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.

Por Itaí Cruz, Fotos: Cortesía SANAHE

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