Antes de que el Palacio de Bellas Artes fuera el teatro más imponente de la Ciudad de México existió el Gran Teatro Nacional. Estamos en fechas patrias y es un buen momento para hacer un ejercicio de memoria. De imaginar cómo era el Centro Histórico cuando en él existía este teatro monumental, con sus muros de más de 17 metros de alto. En su momento fue uno de los teatros con mayor aforo en América Latina, con 2 395 butacas.

El Gran Teatro Nacional cerraba la actual avenida Cinco de Mayo a la altura de la calle de Vergara, hoy conocida como Bolívar. Se construyó entre 1842 y 1844, el arquitecto Lorenzo de la Hidalga y el empresario Francisco Abreu convencieron al presidente de ese entonces que era necesario un teatro a la altura de las ciudades europeas. El presidente en cuestión era, ni más ni menos, que el controvertido Antonio López de Santa Anna. El teatro abrió sus puertas el 10 de febrero de 1844

El recinto tuvo diversos nombres durante sus casi 60 años de existencia. En un principio llevó el nombre de Gran Teatro de Santa Anna. Cuando cae López de Santa Anna el teatro toma el nombre de Gran Teatro Nacional y posteriormente Gran Teatro Vergara. Sin embargo en 1853, cuando regresa al poder el dictador, retoma su nombre original hasta su caída definitiva. En el Segundo Imperio tomó el nombre de Gran Teatro Imperial, y la dirección la tomó el autor de Don Juan Tenorio, José de Zorrilla.

Finalmente, restaurada la República, Benito Juárez lo renombra como Gran Teatro Nacional, nombre que llevó hasta que en 1901 fue demolido para extender la avenida Cinco de Mayo y dar paso al Nuevo Teatro Nacional. Este nuevo teatro es el que hoy conocemos como el Palacio de Bellas Artes. El nuevo recinto inició en 1904 su construcción, como parte de las celebraciones del centenario de la Independencia. Sin embargo, en 1910, con el estallido de la Revolución, sus trabajos se detuvieron por un par de décadas. Fue hasta 1934 que abrió sus puertas el nuevo edificio.

Regresando al Gran Teatro Nacional, en él debutó Ángela Peralta. En 1854 se estrenó ahí, para las fiestas de Independencia el 15 de septiembre, el Himno Nacional Mexicano. Los intérpretes del hinmo esa velada fueron la soprano Claudina Florentini y el tenor Lorenzo Salvi.

Antes de la construcción del Gran Teatro Nacional, el teatro más importante de la Ciudad de México era el Teatro Principal, ubicado también sobre la calle de Bolívar. Este otro teatro existió durante casi 200 años, y lo inauguró el virrey Revillagigedo en 1753 con el nombre de Coliseo Nuevo (la historia de este recinto merece un artículo aparte).

Así como hoy son reconocibles en la georgrafía de esta ciudad el Teatro de los Insurgentes, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el Teatro Julio Castillo, el Teatro Telcel, el Teatro Helénico o el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, el Gran Teatro Nacional fue el epicentro de la actividad escénica de la ciudad.

El Gran Teatro Nacional es una de esas edificaciones que fueron parte del paisaje de esta ciudad cambiante. Es un recinto que aún podemos ver en pinturas, litografías y antiguas fotografías. En él se escribió parte de la historia de las artes escénicas de nuestro país.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Imágenes: Grabado anónimo del siglo XIX y óleo de Pedro Pedro Gualdi, siglo XIX.

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