Por Óscar Ramírez Maldonado / El tema de “la guerra de los sexos” y de lo que alguien busca en otra persona es un tema recurrente en el cine y el teatro. Este es precisamente el punto central de La Clase, un texto escrito por Daniel Dátola y adaptado Margo Lagarde.
Este montaje, desde el punto de vista masculino hetero normado, nos plantea preguntas como, ¿realmente los hombres entienden a las mujeres? ¿Sabemos quién es a quien tenemos a nuestro lado? ¿Qué tanto los estereotipos han influido en la manera en la que nos relacionamos?
Dicho así, este montaje no distaría de muchos otros que tienen la misma temática, sin embargo, estas preguntas son solo el punto de partida para hablarnos de otros temas como la inseguridad, el miedo a amar, la traición, la venganza y el engaño, las murallas que construimos para evitar ser lastimados. Son un pretexto también para hacernos otras preguntas como: ¿Realmente las cosas y las personas son lo que parecen? ¿Cuáles son sus motivaciones?
Pero no, no estamos ante un drama o una obra que desde la seriedad nos hable de estos temas que todos -en mayor o menor medida- hemos vivido. Por el contrario, se trata de una obra que desde la comedia nos habla de esto, y es realmente divertida.
El elenco conformado por Leonardo De Lozanne y Alejandro Nones (alternando en el papel de Leo) y José Eduardo Derbez y Miguel Burra (en el papel de Lalo), tiene química. Bajo la dirección de Manuel González Gil, el elenco logra durante prácticamente toda la función hacer reír al público.
El texto y los personajes construidos por Dátola funcionan bien. Sin profundizar demasiado en las motivaciones de cada uno de ellos, el montaje nos va mostrando algo sobre Leo y Lalo. Se trata de personajes dispares que, sin embargo, sorprenderán al espectador. Esa es otro de los aciertos de esta obra, se trata de un texto que sin demasiadas vueltas, a través de las acciones, diálogos y situaciones divertidas, nos va mostrando a cada uno de los personajes. A lo largo de la obra veremos cómo cada personaje va mostrando un poco más sobre sí mismo.
La relación entre Leo y Lalo va evolucionando a lo largo de la obra, a partir de ella se desarrolla la historia. Ambos personajes se comportan de acuerdo a lo que como público esperamos de de cada uno, sin embargo, con un par de vueltas de tuerca bien logradas, La clase logra sorprender al espectador.
El ritmo logrado por González Gil y su elenco se mantiene prácticamente toda la obra. Podríamos decir que durante dos terceras partes del montaje las risas no paran. Leonardo de Lozanne y Miguel Burra, elenco que nos tocó ver, reparten el peso de la obra y cumplen cabalmente su función dentro del esquema de esta comedia: un galán mujeriego que tiene todo bajo control y un tímido, nervioso y algo atolondrado alumno que desea convertirse en un seductor. Solamente al final de la obra disminuye un poco el ritmo que desde el inicio de la obra se ha planteado.
El equipo creativo de La Clase está integrado por Emilio Zurita en el diseño escenográfico, César Ramírez en la iluminación, Moisés López Calderón en el vestuario, la producción de Xavier López Miranda y la productora asociada Laura Ferreti.
La obra se presenta en el Teatro Méxicodel Centro Teatral Manolo Fábregas, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.
Tienen el reparto del mes de abril
Hola, Daniel! Gracias por contactarnos, para conocer el rol de elenco, te sugerimos preguntar directo en taquilla o consultar en las redes sociales de la obra, Saludos.