Por Arantxa Castillo, Fotos: Fausto Jijon/Basada en su experiencia personal, la artista interdisciplinaria Itzhel Razo escribe, dirige e interpreta Wilma. Biodrama que nos narra un evento ocurrido en su natal Yucatán.
La anécdota personal de Itzhel, una niña yucateca de ascendencia irlandesa que creció en la península de Yucatán. Rechazada en su propia tierra, aislada por el racismo impuesto por su propia abuela Wilma. Se retrata en este unipersonal que une teatro físico, documental, danza y performance.
“Comenzó todo con la idea de hacer una analogía entre una catástrofe natural y una catástrofe social. Pensé en los huracanes que tienen la fuerza de devastar, modificar e impactar la vida del ser humano, pero también una persona puede tener el mismo efecto en una misma persona. Encontré una analogía entre el huracán Wilma que estuvo en Yucatán en el 2005 y mi abuela Wilma”, comenta Itzhel para Cartelera de Teatro.
Razo relata que siempre se sintió muy atraída por la cultura yucateca, sin embargo, por su ascendencia extranjera y su color de piel no era aceptada entre la comunidad.
“Creo que lo genera mucha rareza de esta puesta en escena, es que una chica blanca pelirroja se ponga hablar de marginación y de racismo”.
Añadió: “Siempre me sentí en la periferia. No era de allá ni de acá. Yucatán es una ciudad muy elitista, entonces, por un lado no podía conectar con estas élites de apellido y abolengo porque mi familia era inmigrante y tampoco podía conectar con lo maya. Crecí en una marginación que es difícil de entender, porque se piensa que cuando tú eres blanca y con ciertas características, tienes ciertos privilegios y que no sufres ningún tipo de discriminación, pero desde mi historia sí la viví”.
La actriz que estrenará esta obra en el Teatro El Milagro, del 13 al 16 de febrero, opinó respecto a la importancia de tocar estos temas para entender nuevas perspectivas sobre la migración y la entidad.
“Somos una mezcla de muchas cosas, migramos de todos lados, no tenemos una sola raíz. En el caso de mi familia, mi bisabuela irlandesa sobrevivió al Titanic y se refugió en Estados Unidos. Wilma nació allá, su educación fue americana y europea, desde ahí ya había una identidad rota. Wilma llega por azares del destino a México y luego llega a Yucatán. Para ella fue un impacto que su nieta fuera yucateca y que quisiera hablar maya, no se lo esperaba”, concluyó la actriz.
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