Las vicisitudes que cualquier ciudadano puede enfrentar en una oficina de gobierno ante la corrupción, son presentadas en La Mordida, puesta en escena con tintes de clown de la Compañía de Teatro Penitenciario, que llega al Teatro El Galeón.
Como parte del primer Ciclo de Teatro Penitenciario, el montaje bajo la dirección de Artús Chávez, ofrecerá funciones hasta el 1º de julio en el recinto del Centro Cultural del Bosque.
La Mordida cuenta la historia de Agapito López, un joven emprendedor que quiere abrir un puesto de tacos al pastor. Ante esta iniciativa, acude a una oficina gubernamental por el correspondiente permiso. Ahí vive todo un drama, pues aunque llega a las 7:00 horas y tiene la ficha 1, no logra obtener el sello y la firma que son necesarias, ya que los funcionarios quieren su correspondiente “mordida”.
Por ello, Agapito López pierde todo el día, ya que los burócratas se ponen a desayunar, atienden llamadas personales, celebran un cumpleaños y hasta disfrutan de un relajante masaje, antes de dar trámite a su permiso. Además de todo esto, el joven es testigo de la pérdida de tiempo de los funcionarios, sufre el acoso del secretario de esa oficina, mientras que a su coche le ponen la famosa araña que le representa una multa de 640 pesos.
Aunque Agapito López se resiste a dar la tan mentada “mordida” apoyado por el público, finalmente da su brazo a torcer, todo con el fin de poder abrir de taquería, aunque ahí no termina esta divertida historia sobre corrupción.
El montaje es una creación colectiva de la Compañía de Teatro Penitenciario, surgida hace 9 años en el penal de Santa Martha Acatitla, que ahora trabaja con personas que ya recuperaron su libertad y a las cuales el teatro les cambió la vida.
Se trata de una farsa sobre la realidad que vivimos, con el objetivo de generar una reflexión crítica, a través de la risa, sobre el sistema político y social actual, en cuya creación participaron cinco personas que estuvieron en reclusión, por lo que es un espejo del mundo burocrático al que en muchas ocasiones tenemos que enfrentarnos.
Con las actuaciones de Javier Cruz, Ismael Corona, Antonio Hernández y Héctor Maldonado, este montaje hace sufrir al espectador, junto con Agapito López, por el tan ansiado permiso, al tiempo que suenan las carcajadas por lo absurdo, pero a veces real, de todas las situaciones.
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