Por La pécora gacha/ El día de ayer, de manera sorpresiva, nos enteramos de que la puesta en escena Wenses y Lala, proyecto del director y dramaturgo Adrián Vázquez, fue parte de la celebración por el aniversario del programa televisivo Ventaneando, el cual cumple dos décadas de seguir educando a nuestra población con material siempre relevante e indispensable para la cultura de la gente.
¿Será que allá en Tijuana o en Xalapa el dramaturgo y autor, en sus años mozos, mataba el tiempo viendo tan insigne programa? ¿O habrá sido solamente una estrategia de Mejor Teatro, la división de Ocesa que opera el Teatro Banamex donde ahora se presenta la obra, para atraer la atención de un nuevo sector del público?
Será acaso que Ventaneando, el programa número uno en espectáculos del país, dedicado a difundir desde hace 20 años la vida personal de los famosos y develar sus secretos más íntimos se perfila ahora como el gran difusor del teatro independiente. Todo es posible en este mundo de telones y reflectores.
La sapienza teatral del grupo de conductores que realizan Ventaneando es innegable. Si no me cree querido lector, un par de botones de muestra, la experiencia en las tablas de Daniel Bisogno incluye montajes destacadísimos y relevantes como el Tenorio cómico y El Sirenito. Con todo este conocimiento, el conductor nos regaló el día de hoy durante la emisión del programa una perla de esas que enriquecen a nuestra escena teatral… “debemos decirles que cuando se nos invitó, por lo menos yo, no sabía de qué se trataba. Yo llegué con la incertidumbre misma y curiosidad, pero con desapego”.
La calidad del montaje es evidente, y su popularidad de la obra ha ido en aumento, de iniciar en pequeños espacios con un aforo no mayor a las 150 personas el proyecto ha ido creciendo hasta abrirse paso a un espacio como el Teatro Banamex, con más de 500 butacas. Es loable y un ejemplo de buen teatro que se debería replicar, llegar al público a través de una historia bien contada y bien actuada. ¿Realmente un montaje de esta calidad necesita colgarse de un programa televisivo de tan dudosa calidad?
Nos preguntamos cuál será la opinión sobre este tema de Adrián Vázquez, cuya obra inició en el Teatro Banamex con un padrino como Ciro Gómez Leyva -defensor de causas dudosas y de seres indefensos como el insigne Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre- , para pasar después a celebrar a un programa que, sin lugar a dudas, no se encontrará entre los favoritos de menos los creadores y difusores del arte.
Que conste que no quiero ser mala leche, pero como dijera por ahí el cantautor de Ciudad Juárez, “lo que se ve no se juzga”, y uno se pregunta ¿qué tan buena estrategia fue esta de invitar a los conductores de Ventaneando? La respuesta no se hace esperar, y al sintonizar la emisión de hoy de Ventaneando, uno escucha la crítica acertada y la recomendación sincera del conductor Daniel Bisogno, quien nos dice que “Pedrito (Sola) llegó bien ‘café’ […] y de repente volteo y no sabe usted la angustia y el pesar de ver a Pedrito totalmente cuajado […] entonces varias veces se le tuvo que picar la costilla”, “hasta los lentes se quitó”, secunda Atala Sarmiento con singular diversión… Una difusión envidiable para el montaje, ¿está de acuerdo querido lector?
