Por Itai Cruz, entrevista por Gina Fierro/ Después de su participación en Cuerdas a lado de José María Yazpik y Luis Roberto Guzmán, Osvaldo Benavides está de vuelta en las tablas con una montaje dirigido por Diego del Río en el que comparte escenario con una actriz que conoce desde su infancia, Ludwika Paleta. Este dueto lo conocimos por primera vez en la telenovela Mi abuelo y yo, y posteriormente se reencontró durante su adolescencia en María la del barrio. Los actores que algún día fueron pareja, luego de 21 años, protagonizan y producen la puesta en escena Duele.

“No sólo me gustó el texto, sino que tenía sentido el hecho de que Ludwika y yo lo lleváramos a cabo”

Ludwika y OsvaldoLos motivos por los que el actor se lanza con dicho proyecto son claros, “cuando lo leí (el texto) me conmovió porque me hizo reír de principio a fin, pero también me removió las tripas y me dolió. Siento que es una historia de amor que vale la pena contar”, detalla.

Aunque aclara que la historia no tiene nada que ver con la realidad, confesó que hay ciertas similitudes entre él y Ludwika con los personajes, quienes se conocen desde niños hasta convertirse en adultos.

Respecto a la puesta original, Osvaldo afirma que no la ha visto “sé que ya estuvo en Estados Unidos en Broadway, y me parece que se hizo en Argentina, pero es importante decir que es la primera vez que se pone en México, no es una repuesta de un texto que ya se vio, sino que es la primera vez que los mexicanos lo vamos a poder ver”.

El reto de la interpretación

La complejidad que exige la realización del montaje radica en el transcurrir de edades de cada uno de los personajes, ya que éstos van de la infancia a la edad adulta. Al respecto, Benavides habla sobre la no caricaturización de los papeles “tenemos un gran director que es Diego del Río y que justamente el ejercicio es no caricaturizar o subrayar las edades […] Realmente el texto te indica qué es lo que tiene que pasar y no tienes que hacer más que eso, estamos tratando de ser muy precisos y no pasarnos, ya sea en las edades más infantiles y tampoco tratar de hacer de viejitos, uno no es viejo, pero los personajes sí envejecen mucho y sí les pasan muchas cosas”.

“No quitaría ninguna escena ni movería nada, cada escena es importante”

“Cada escena tienen su lado, me gusta mucho el principio cómo los personajes se conocen. El principio es muy divertido y muy fluido, pero de pronto las cosas se empiezan a poner más profundas, no quitaría ninguna escena ni movería nada, cada escena es importante a pesar de que la obra va y viene en el tiempo, cada escena es muy trascendente con lo que sigue”, apunta el actor.

Duele 1Asimismo, señala que la música es una parte fundamental dentro de la obra, “es parte de toda la ecuación, es un creador que apoya las atmósferas y ayuda en los momentos de cambio, porque todo sucede en el escenario, los cambios de vestuario, las transiciones, todo sucede en escena, los actores no salimos en ningún momento”.

No es una comedia meramente romántica

Si bien dentro de la obra podemos ver escenas de amor, comedia y drama, Duele no es considerada una comedia romántica. En ese sentido, Benavides explica “(Duele) es mucho más compleja que una comedia romántica, los personajes llegan a una profundidad y a ciertos lados, un tanto oscuros, que las comedias románticas, por género o por fórmula no se permiten”.

Qué espera el público al ver Duele

Finalmente, el actor menciona “el público primero se va a entretener y se va reír mucho y poco a poco la obra los va a empezar a conmover, y creo que van a salir tocados, van a salir preguntándose respecto al amor. Y asevera, “sí, van a salir enamorados del amor, como pasa a veces con las buenas comedias románticas, pero también van a salir preguntándose qué es el amor, por qué nos relacionamos con el amor y cómo lo hacemos”.

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