Como si fuera un muestrario de la escena teatral mexicana, una ventana al teatro contemporáneo nacional, así se lleva a cabo la primera Semana de la Escena Mexicana que tiene lugar del 13 al 20 de septiembre en la ciudad de Málaga, España.
Es la primera edición del encuentro y la gestiona la compañía Circuito Liquen Arte Contemporáneo, que fue fundada hace 10 años en Aguascalientes, México, después se fue a Buenos Aires, Argentina y, desde 2010 reside en la ciudad española, a las orillas del Mediterráneo.
El programa está conformado por seis piezas teatrales. El encuentro inició el pasado viernes con Si sólo voy a vivir una vez quiero ser rubia, de Zuadd Atala. El día 14 se presentó la compañía organizadora con el montaje Gusanos de maguey ¿qué es lo que echo de menos?, de Saeed Pezeshki. En la Cochera Cabaret se estrenará el día de mañana Destrozando el tiempo, de Ignacio Velasco y Fernando Yacamán.
En ese mismo espacio, la compañía Fuensanta Pulso Escénico estrenará el día 18 Todo lo que se ve en escena está más cerca de lo que aparenta, de Fernanda Manzo y Víctor González. La compañía Si artes escénicas, el jueves 19 presentará Mujer amante busca una razón, de Rocío Belmont y Azalia Ortiz en el teatro Echegaray. Mientras que la compañía Óntico. Teatro experimental del cuerpo cerrará la semana con el estreno de Tentación. Un deseo hacia la muerte de Efraín de la Rosa, el viernes 20 en el Teatro Echegaray.
Originario de Aguascalientes, el dramaturgo y director teatral Saeed Pezeshki es el coordinador general de la Semana de la Escena Mexicana en Málaga. En entrevista con Conaculta comentó que esta iniciativa surgió para celebrar el décimo aniversario de la compañía Circuito Liquen. El propósito es reunir un mosaico de propuestas escénicas contemporáneas mexicanas y buscar su consolidación como el único festival de teatro mexicano en España: “la idea surge de encontrar en la ciudad de Málaga un punto de encuentro entre diferentes culturas y lenguajes artísticos. Es una ciudad que permite y fomenta la vanguardia artística y la creación de nuevos públicos”.
Pezeshki dijo que el acontecer de la escena teatral en Málaga es ideal para impulsar este proyecto, que espera se realice anualmente. Han resurgido grupos y compañías independientes “que motivados por una profunda crisis económica comenzaron a buscar en la sencillez un lenguaje común: hacer teatro sin grandes artificios, volver al origen para contar historias, resignificar los espacios no convencionales y convertirlos en salas experimentales a falta de apoyo por parte de los teatros y las instituciones culturales”.
La muestra cuenta con el apoyo del área de Cultura de la ciudad de Málaga, la embajada de México en España, a través del Instituto de México en España, el Conaculta y con “la voluntad de los artistas invitados para asistir”, dijo Pezeshki.
La selección de los montajes fue por invitación a algunos artistas mexicanos que han colaborado con Cirquito Liquen a lo largo de una década. “Ya sea como intérpretes, directores, dramaturgos o asesores artísticos. Es por eso que en esta ocasión el interés está puesto en compartir con ellos su quehacer escénico y poder ver la evolución que ha tomado cada una de las propuestas y en qué punto seguimos coincidiendo”.
