Más pequeños que el Guggenheim es “una obra que tiene que ver sobre la amistad, es una obra sobre la amistad, sobre la esperanza”, señala Austin Morgan, uno de los cuatro protagonistas de esta puesta en escena que se estrenará en el Foro Shakespeare el próximo 26 de octubre. Este montaje, escrito y dirigido por Alejandro Ricaño, tiene una extraordinaria historia que se parece mucho a su propia trama. Según cuenta el grupo, integrado –además de Ricaño y de Morgan- por Hamlet Ramírez, Miguel Corral y Adrían Vázquez, este proyecto y ellos mismos, sin esperanza y sin futuro, por azares del destino lograron hacer su obra y descubrir en el proceso los verdaderos valores de la amistad.

Para presentar esta primera temporada larga de Más pequeño que el Guggenheim, este 17 de octubre se realizó una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes el elenco y el autor de la obra, acompañados de Luis Sierra, director del Foro Shakespeare; y los productores del montaje, Claudio Sodi y Joseph Hemsani.

En este encuentro con los medios, Alejandro Ricaño explicó que la obra “viene rodando ya desde hacer rato”, con aproximadamente tres años de existencia y más de 130 representaciones en todo México, en diversos países y en varios festivales. Es, señala el director, un proyecto que se había presentado en el medio institucional y ahora “estamos pasando a este circuito (el Foro Shakespeare) que está a medio camino entre lo comercial y lo artístico”.

En este sentido, Luis Sierra comentó que “para el foro es importante juntar dos cosas del teatro que parece que están divididas”. Sierra explicó que por un lado está el teatro institucional –generalmente con temporadas muy cortas- y por el otro el teatro estrictamente comercial, “entonces estamos intentando esos dos mundos se unan con contenidos interesantes, con contenidos valiosos, y que eso no está peleado con el gran público” y Más pequeños que el Guggenheim cumple con esos requisitos, dijo.

El director artístico del Foro Shakespeare señaló que la unión que se da entre el Foro, la compañía de los Guggenheim y la productora Ink es una coyuntura que se da en beneficio del espectador, el cual para el Shakespeare es lo más importante; “colaboración de casa productora, compañía y foro es una grata coincidencia”, subrayó.

Alejandro Ricaño platicó brevemente del camino que esta obra “sobreviviente” ha tenido que recorrer. El texto, explicó, gana el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido en 2008, con lo cual se logra realizar su primer montaje que se estrena durante la Muestra Nacional de Dramaturgia del año siguiente en Querétaro. En aquella ocasión, narra Ricaño, “15 minutos antes del estreno yo le dije a los chavos, si la gente no se ríe ustedes sigan y acabemos lo más dignamente posible; después de quince minutos nos dimos cuenta que algo iba a cambiar un poquito con la carrera de todos y así fue”. Más pequeños que el Guggenheim es, puntualiza su autor y director, “una obra que le ha ido bien inesperadamente; es una obra no documental, pero sí con muchos datos autobiográficos”. Por su parte, Austin Morgan recordó que, durante en sus inicios, la obra tuvo que ser ensayada en una camioneta, en un gimnasio o en un café, “lo hacíamos por el gusto de hacer a lo que nos dedicamos”.

Sobre este montaje, Joseph Hemsani –parte de Ink Teatro- comentó que cuando vieron por primera vez la obra “no podíamos creer que era una obra que no había traspasado el circuito institucional, dijimos, si esto fuera otro país, seguramente esto sería un éxito con más de mil funciones”. En este sentido, consideró que su autor es “el mejor dramaturgo mexicano joven”, y que esta puesta en escena “puede cautivar los corazones de todos los espectadores, como ya lo ha hecho”.

Un tema que se destacó durante el encuentro con los medios de comunicación, fue el montaje de este texto que actualmente en el circuito comercial se encuentra en cartelera. Bajo el nombre de Los insignificantes, el “remake” de esta obra tiene como elenco a Facundo, Ariel Miramontes, Lalo España y Alejandro Villanueva, y cuenta con la dirección del propio Alejandro Ricaño.

Sobre la pregunta de las diferencias entre ambos elencos y como fue trabajar con ellos, Ricaño señaló que no se trata de compararlos, y puntualizó que se trata de circuitos distintos y que el público alcanza para llenar los dos teatros. En este sentido, el elenco de Más pequeños que el Guggenheim descartó que haya una pugna con el otro elenco.

El autor de la obra abundó en este tema y explicó que le pareció interesante probar esta obra en otro circuito y con otro tipo de espectador. Al montaje en le Foro Shakespeare vendrá un público que viene a ver “a un conjunto de actores que son buenísimos, que vienen a ver la historia misma, vienen a ver una puesta en escena”, mientras que en Los insignificantes lo que menos importa es quién escribió y quién dirige la obra, dijo Ricaño. Su interés, dijo el director, no es ser un dramaturgo sino escribir teatro, “yo quiero hacer teatro para todo el mundo…en ese sentido el teatro cultural no debe ser elitista, hermético y de autoconsumo, que es el principal problema”.

Ricaño finalizó este tema aceptando que, efectivamente, existe un estigma cuando alguien del teatro cultural e institucional se pasa al circuito comercial; pero destacó que “a pesar de que la resolución escénica es la misma, son obras diametralmente opuestas, con ritmos muy distintos, con un tono cómico muy distinto, son actores con registros muy distintos. Si ustedes ven el Sunday de Adrián y el Sunday de Lalo España son dos personajes”, advirtió.

Haciendo click aquí pueden obtener más información de más pequeños que el Guggenheim (dirección, horarios, boletos, etc.).

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