Fotos: Ulises Ávila H.
Por Roberto Sosa/ Es muy común encontrar descendientes irlandeses fuera de Irlanda. El mayor número de personas de origen irlandés vive en Estados Unidos. Según algunos registros el primer niño europeo que nació en Norte América, tenía ascendencia irlandesa por los dos lados. Nueva York es el sitio donde se desarrolla el relato; los personajes son Nancy, Frankie y Olga, de familias irlandesas.
Nancy se encarga de un restaurante, vive en una vieja casa del barrio irlandés en Queens, está neurótica y es alcohólica; comparte con Frankie la parte de arriba; a él le gusta la música latina, baila mambo, Pérez Prado es su favorito. Olga llega a la vida de estos dos; Nancy le renta una habitación, la prefiera a ella que rentárselo a un negro o un latino. La música que escucha Frankie está prohibida, “está en el contrato…”.
La forma en que se expresa Nancy de los negros y latinos; la manera de tratar a Frankie y a Olga, son los de una mujer neurótica, intolerante… racista. Olga y Frankie simpatizan, se enamoran, pero deben cuidarse de Nancy. Su fuerza sicológica atrapa a los jóvenes; la ventana es la salida, Kuba está en el horizonte, en sus sueños. La habitación representa un mundo de cabeza, como el mapa que está en la puerta. Nancy guarda un secreto, Frankie lo sabe.
El autor de Kuba es Roger Schira, el texto aborda temas como el racismo, la intolerancia y los sueños –no cumplidos y pesadillas-. La comunidad irlandesa se siente orgullosa de su origen, cuidado no confundir y pensar que pertenecen al Reino Unido; su fiesta más importante es el día de San Patricio, se celebra el 17 de marzo, Nancy lo tiene bien presente y como todo buen irlandés bebe whisky, Olga y Frankie le deben seguir el ritmo bebiendo.
La puesta en escena se despliega en un espacio pequeño con la cercanía de los asistentes; de tal forma que la dramaturgia impacta con el espectador, lo atrapa y lo hace cómplice del suceso escénico. Las actuaciones las tiene de cerca, el reto para los intérpretes es mayor, no existe margen de error, y no lo hay, los tres realizan una labor encomiable, plausible.
Las actuaciones son de Mahalat Sánchez (Nancy), Assira Abbate (Olga) y Gerardo del Razo (Frankie), niveladas, bien. Subrayo –mi perspectiva- el espléndido trabajo de Mahalat: dominio del escenario; sujeta su personaje, lo hace suyo, se posesiona en él, da tonos, matiza, en fin un trabajo magnífico. Invito a los jóvenes que estudian actuación, vengan a ver cómo se hace, cómo se actúa sobre un escenario.
La dirección y diseño de escenografía es de Sergio López Vigueras, realiza un buen trabajo –mi opinión-, sin complicarse deja que fluya el drama, no deja espacios; la tensión dramática está con los personajes y la realidad en donde viven, López Vigueras lo narra de forma acertada, se guía por la línea que marca el autor.
Los Bocanegra presentan Kuba, para este colectivo la democracia teatral existe, acá nadie es jefe y todos son creadores; exploran, proponen y rompen moldes, consulta precios y horarios de la obra aquí.
