El origen del teatro sacro o teatro religioso se confunde con el origen mismo del teatro. Se sabe que el teatro occidental, que surge en Grecia, estuvo relacionado originalmente con rituales, ceremonias y festividades. Estamos en Semana Santa y es un momento ideal para hablar sobre este tipo de teatro.

Los temas que aborda este tipo de teatro son religiosos y espirituales. Entre ellos están la vida de santos, pasajes de la Biblia y otros tipos de narraciones religiosas. La idea central es comunicar las enseñanzas religiosas y promover la fe. Entre los ejemplos que podemos ver de estos montajes están los Misterios de York o los Autos Sacramentales del Siglo de Oro español. También hay ejemplos contemporáneos de Teatro Sacro, como producciones teatrales basadas en la vida de Jesucristo o en otras figuras religiosas.

Con el avance del cristianismo, y posteriormente, la iglesia católica, se origina lo que se conoce como drama litúrgico. Esto según los expertos, se da en las iglesias de Europa a finales del siglo IX. Surge a partir de composiciones dramáticas cortas que podían ser cantadas o recitadas en latín. Tuvo un fuerte desarrollo durante toda la Edad Media en España y Francia. Este tipo de dramas, con su desarrollo, evolucionaron en distintos subgéneros como los misterios, los milagros y los autos sacramentales.

El drama litúrgico, antecedente del teatro o drama sacro, se cree que – como ya mencionamos – se originó a partir de textos breves. Estos se conocen como tropos y son textos en forma de diálogo. Los ejemplos más antiguos se han localizado en el siglo IX en Suiza, específicamente en la Abadía de San Galo. Cuando estos textos comenzaron a ser acompañados de una breve representación es cuando nace el concepto de drama litúrgico.

Cuando estos diálogos evolucionaron se dio el drama sacro a través de los milagros, los juegos y los misterios. Estos se caracterizan porque se incrementa el número de participantes, se integran actores laicos, las representaciones dejan las iglesias, se dejan de representar en latín, se amplían las temáticas.

Un ejemplo de milagro es Misterios de la Pasión de Arnoul Greban (1450) y de misterio El Misterio de Elche, que fue creado en la segunda mitad del siglo XV y aún se representa en la actualidad.

Finalmente, en este tipo de teatro se encuentran los Autos sacramentales, que tienen una estructura alegórica y, por lo general, constan de un acto. El tema, generalmente relativo a la comunión, aunque se podían abordar otros temas. Grandes exponentes de este género fueron Pedro Calderón de la Barca y Lope de Vega.

En 1765 fueron prohibidos; posteriormente, en el siglo XX, algunos exponentes de la Generación del 27 española, entre ellos Rafael Alberti y Miguel Hernández, rescataron la forma del Auto Sacramental pero desacralizado.

Si bien no gozan con la popularidad que tuvieron en su momento, actualmente algunas compañías, y grupos reviven montajes de este corte.

El teatro religioso medieval también estuvo influenciado por tradiciones populares y ceremonias paganas, que evolucionaron hacia representaciones más elaboradas. En España, por ejemplo, festividades como la “fiesta del obispillo” mostraban elementos dramáticos arraigados en la cultura popular.

En resumen, el teatro religioso ha sido una parte significativa de la historia teatral occidental, transmitiendo valores espirituales y adaptándose a las cambiantes dinámicas sociales y religiosas a lo largo de los siglos.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado.

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