Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare, es una invitación al mundo de la fantasía. Es una comedia sobre el amor y la ensoñación que éste produce, nos invita a entrar a un bosque habitado por hadas y seres fantásticos, a un lugar de seres nocturnos.

El autor inglés, así como en Macbeth toca la fantasía y la magia desde una perspectiva sombría, en esta comedia ve el lado luminoso de ella.

En un texto anterior, con motivo de la comedia Mabel – inspirada en la tragedia de Macbeth – recordamos lo que Alfonso Reyes decía sobre los trabajos literarios. El ensayista y poeta sostenía que tanto el autor como el receptor ven siempre algo distinto. Es por ello, decía, que “cada ente literario esté condenado a una vida eterna, siempre nueva y siempre naciente, mientras viva la humanidad”.

La reflexión de Reyes aplica plenamente a la obra del Bardo de Avon; en este caso, específicamente a Sueño de una noche de verano, que se presenta en una versión revitalizada en el Foro La Paz, en San Ángel.

Aquí te contamos tres razones por las cuales no te la puedes perder.

1. Una adaptación lúdica y festiva. En un primer momento, quien ve la adaptación realizada por Juan José Tagle, Joserra Zúñiga y María Inés Olmedo, podría pensar que se modificaron grandes pasajes de la obra, sin embargo, no es así, el 85% del texto se mantiene. Se trata más bien de refrescar y re contextualizar la obra para conectar con nuevas audiencias. En ella se recupera la esencia lúdica y festiva que las comedias de Shakespeare tenían, especialmente ésta.

2. Una experiencia muy distinta. Como si se tratara de un teatro isabelino, la pista del Foro la Paz se convierte en un “patio” que funciona como extensión de la escena. Se trata de una experiencia inmersiva en la que el público está en medio de la acción. El escenario principal, plataformas que giran y se desplazan, escaleras y el segundo piso del recinto sirven para que los actores se desplacen y nos narren esta historia.

3. Música, luces y baile. Estos elementos, que no son ajenos al teatro de la época de William Shakespeare, especialmente la música y la danza (se sabe que los actores de la época eran espadachines y bailarines notables), juegan un papel fundamental en el montaje. Nos sumergen en un ambiente de fiesta y ensoñación. El recinto donde se presenta la obra funciona normalmente como un lugar de conciertos o como antro, esto le da un toque especial a esta obra que nos habla de hadas y seres que se hacen presentes por la noche.

El elenco conformado por Carlos Orozco, Samantha Coronel, Assira Abate, Emilio Bastré, Quetzalli Cortés, Diego Meléndez, Ana Sofía Quintanilla, Leonardo Bono y Alonso Iñiguez, dan vida a todos los personajes de la obra. Son, por sí solos, otra razón para ver este montaje.

El equipo creativo de la obra está integrado por Juan José Tagle en la dirección de escena; Vicky Araico en la dirección de movimiento y coreografía; Adrián Martínez Frausto y Daniela García Moreno en la escenografía; la iluminación es diseñada por Regina Morales; el vestuario es de Ifigenia Martínez; la composición musical es de Antonia Suillerot; y maquillaje y peinado de Maricela Estrada. La producción ejecutiva es de Lucía Romo y Emilio Trasviña, y en la asistencia de dirección está Pablo Villegas y en la asistencia de producción Gabriela Catalán.

Para más información del montaje haz clic aquí.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Fotos: Cartelera de Teatro.

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