Alcanzar 20 años con un montaje es todo un reto. Un historia que se puede mantener es porque algo tiene algo importante que decir al público. Más aún, tocar profundamente a varias generaciones e inspirarlas no es algo que pueda presumir cualquier obra de teatro.

Emilia y su globo rojo, de Esmeralda Peralta y Leticia Negrete es este tipo de obras, dirigida para jóvenes audiencias, durante 20 años ha logrado transmitir a las niñas y los niños la magia del teatro.

Para celebrar estos primeros 20 años de existencia, el montaje, bajo la producción de Once Once Producciones y la dirección de Leticia Amezcua, inició temporada en el Teatro del Bosque Julio Castillo.

En la función inaugural, para celebrar estos veinte años, la productora Jimena Saltiel explicó por qué “el corazón de Emilia sigue latiendo con fuerza, magia y amor”. Entre las razones que dio, además del trabajo de Leticia Amezcua, quien hace veinte años dio vida a Emilia y hoy dirige la obra, están que es un montaje que ha atravesado vidas. “Hijas que hoy regresan a ver la obra como madres, madres que regresan como abuelas, niñas con sueños que hoy vuelve como grandes actrices. ¿Habrá hoy en el público un futuro compositor, una futura directora, alguien que encontrará su verdadera vocación, su brillo, su felicidad y su hogar en este increíble mundo de las artes escénicas? ¿A cuantas y cuantos enamoramos hoy del teatro?”, dijo la productora.

Aquí te damos tres razones para llevar a tus hijos, sobrinos, nietos, etcétera, a ver Emilia y su globo rojo.

1. Una historia que habla de solidaridad. El mensaje que transmite esta obra a las infancias – y a nuestro niño o niña interna – es que la bondad, el respeto y la amistad son importantes. Es un mensaje que hoy, en el mundo actual, resuena y debería ser escuchado. La solidaridad es un acto espontáneo, que no debe buscar recompensas, pero que sin embargo genera una mejor comunidad en la que se fortalecen los vínculos.

2. Estética lúdica y divertida. El diseño y realización de escenografía, títeres, vestuario e iluminación es de un alto nivel. La estética que el montaje maneja no solamente atraerá a los pequeños, también la disfrutarán los mayores. Decorados, títeres e iluminación con rasgos que remiten al expresionismo, retratan de manera lúdica a los distintos personajes que aparecen durante la obra. Estos elementos, música y sonidos son parte de una propuesta estética divertida y onírica.

3. Una experiencia transformadora. El globo rojo de es verdaderamente mágico, no solo porque es un personaje más, sino porque de la mano de Emilia descubre ante los ojos de las y los niños un mundo fantástico: el teatro. No solamente la historia, sino la experiencia de estar por primera vez en las butacas de un teatro es para una niña o un niño transformadora. En esta obra los pequeños están frente a niñas y niños interpretando a Emilia y al “niño”. Alternando en el personaje de Emilia están Beba Cuervo, Fernanda Arcos Ruiz, Isabella Vázquez y Mía Antonella, como el niño alternan Job Adán, Josemaría Nieto y Nick Martínez. Esta nueva audiencia del teatro se puede identificar con el elenco e imaginares estar, algún día, sobre un escenario.

En el equipo creativo de Emilia y su globo rojo están Alicia Montes de Oca y Eduardo Montes de Oca en el diseño y realización de escenografía y títeres; María Vergara y Matías Gorlero en el diseño de iluminación; Emilio Rebollar en el diseño de vestuario; e Iker Madrid en la música original.

Para más información de Emilia y su globo rojo haz clic aquí.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Héctor López.

No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.