Por Luis Santillán/ Laurent Baffie es un dramaturgo francés que en 2005 estrenó una obra que rápidamente alcanzaría la escena en diversos países hispanoamericanos. Su texto trata, en formato de comedia, sobre diversos trastornos obsesivos-compulsivos, quizá el trastorno ecolalia es la base del título: Toc Toc.

Seis personajes deben esperar en una sala la llegada de un afamado doctor que, según quienes lo recomendaron, podrá curar cada uno de los trastornos que padecen, sin embargo, un incidente los obligará a esperar más de lo previsto. En esa espera, cada uno irá compartiendo tanto las características de su trastorno como las afectaciones que les han ocasionado, quizá la desesperación es el motor que los lleva a aprovechar el tiempo y simular una sesión de grupo, acción que provocará que cada uno confronte su mayor característica.

Es una comedia donde los vicios -un mecanismo del género- son remplazados por lo trastornos, en principio es interesante que, al ser una situación médica, aparentemente los personajes se deslindan de responsabilidades.

Genéricamente la comedia aprovecha el vicio del personaje para producir la burla, si bien no tiene consciencia plena del mismo, sí tiene el control de sus acciones que están influenciadas o determinadas por la característica que crea ese vicio (basta pensar en El avaro o El misántropo de Molière). La ignorancia o inconciencia es el motor de la carga cómica, bajo ese principio, la risa en Toc Toc se produce porque el público reacciona, no al trastorno, sino a los padecimientos que tienen los personajes.

Baffie dice que no ha recibido reclamos, ya que nadie ha interpretado su propuesta como una burla, y eso se debe a que el efecto cómico se da por la personalidad creada por el padecimiento desmedido de cada trastorno, por lo tanto, Toc Toc funciona porque, más que una comedia, está construida como una farsa.

Para que una propuesta así funcione, -y en el caso de la versión mexicana, producida por Mejor Teatro, ha funcionado desde el 2012- es no solo necesario sino vital tener un elenco con gran capacidad para volver gracioso el padecimiento que, si bien debe ser desproporcionado, no debe convertirse en una simple caricatura.

Un requisito de este elenco es la capacidad para improvisar, y no para que caigan en el vicio de inventar una obra en cada función, sino para reaccionar ante las acciones que ocurren, las cargas emotivas de los personajes, pero, sobre todo, y lo más importante, mantener la farsa en un nivel de verosimilitud dentro del universo.

El elenco juega con la propuesta de sus compañeros, con la respuesta del público, pero mantiene la coherencia del personaje porque lo importante de éstos son los detalles de comportamiento, las manías físicas, las particularidades del habla.

El trabajo que hacen Lolita Cortés y Omar Medina destaca por la exactitud para la creación del personaje, el manejo del ritmo, la capacidad por provocar la atención que tienen. Tanto Cortés como Medina hacen gala de una gran capacidad para la construcción corporal de sus personajes, las acciones, las reacciones, las provocaciones que hacen están todo el tiempo en proporción de quienes son en la ficción; no es Lolita u Omar diciendo textos aprendidos, realmente crean personajes que no son llevados a la ligera, sino que hay un trabajo muy eficaz en los mecanismos de la farsa.

El resto del elenco -que cambia según los días de función- hace un trabajo bastante grato. Su hacer está dimensionado por la dinámica de ser un trabajo coral, donde cada uno tiene un acento, un espacio de lucimiento, pero que su mayor logro radica en complementar a los demás.

La puesta en escena en México usa la versión del español Julián Quintanilla, la dirección de la argentina Lía Jelín, teniendo como director residente a Rafa Maza.

Es muy probable que los mecanismos que han permitido la gran conexión del público con la propuesta este en el trabajo actoral, los personajes le son afines a quienes los miran por los modismos y manías, porque disfrutan el estar en escena. La propuesta que hace Mejor teatro de Toc Toc es una producción cuidada que garantiza la satisfacción del público.

Las funciones son de viernes a domingo en el Teatro López Tarso, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.