Por Roberto Sosa/ Grozni, es la capital de Chechenia, una de las veinticuatro repúblicas que conforman la Federación Rusa. Con la disolución de la Unión Soviética en 1990 se declaró independiente bajo el nombre República Chechena de Ichkeira, el gobierno ruso recuperó el control del país tras las guerras chechenias a lo largo de la década de 1990. Grozni fue recuperada por el ejército ruso en 1999. Algunos de los insurgentes separatistas se refugiaron en países de la Unión Europea.
En febrero de 2020 un disidente checheno fue atacado con un martillo mientras dormía en una ciudad sueca donde vivía escondido. Durante la agresión el hombre pudo grabar con su teléfono celular, el ataque fue transmitido en vivo por Instagram, semidesnudo, recuperando el aliento le pregunta ¿”Quién te envió”? La grabación se volvió viral ante el asombro e incredulidad de los cibernautas.
En este contexto Valentina Garibay escribe y dirige Grozni. La obra se desarrolla con tres sucesos periodísticos más: una periodista amenazada por su gobierno; a plena luz del día un hombre recibe un balazo en un parque de Berlín; y el atentado terrorista contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo en enero de 2015. Cuatro relatos que conectan en un mismo lugar: Grozni.
Garibay articula su texto a partir de sucesos reales, desde allí cuestiona la religión -para el extremista checheno si Dios puede destruir con terremotos y otros desastres naturales, él también puede causar calamidades-, el poder y sumisión de las masas. La analogía entre los acontecimientos es el análisis que su dramaturgia realiza; para la joven creadora los temas que toca son relevantes y pertinentes en un mundo que vive tiempos convulsos.
La dirección de escena tiene el sello y discurso de Kraken Teatro, Valentina se apoya en elementos como el combate escénico, trabajo corporal, uso de cuchillos y explosiones, dispositivos que se adhieren al trabajo de los actores.
Es interesante su desempeño como directora -su labor como actriz es incuestionable cuando actúa bajo la dirección de Viquiera, la exigencia es grande -, ahora le toca estar del otro lado, ella es quien exige y propone. El resultado es bueno sin duda.
Las actuaciones son de Pilar Ixquic Mata, Richard Viqueira y Rodrigo Alonso Miranda, el talento está presente, sus características y personalidades son idóneas para encarnar personajes con distintas nacionalidades, rusos, franceses, suecos y otros más; los acentos y énfasis están exactos, su trabajo conecta con el espectador. Richard es el checheno agredido, que sabe defender su integridad e ideología; Pilar es la corresponsal a quien su gobierno censura: y Rodrigo es el policía que hace los interrogatorios.
Grozni es teatro documental, cuatro acontecimientos relatados sobre un pequeño escenario, desde allí el espectador abre su imaginación. El mundo de hoy se refleja sobre la escena con una obra nihilista e irreverente que cuestiona a partir de la realidad y contundencia de los sucesos la postura de Dios, un Creador indolente e insensible que… “dan ganas de cargarse encima de él”.
La obra nos acerca a cuatro sucesos que la historia moderna registra como violentos y sangrientos, donde la intolerancia toma relevancia. El teatro ha sido y seguirá siendo el espejo en donde habrá que seguir mirándonos; lo que sucede sobre el escenario no es ficción, sucedió, fue verídico; se dice que la realidad supera la ficción, acá en la realidad y ficción nos espejeamos todos.
La puesta en escena se constituye con el trabajo de Richard Viqueira en el diseño de iluminación; Emiliano Suárez en el diseño sonoro; Yamila Garibay en la asesoría de vestuario; Richard Viqueira y Valentina Garibay en el combate escénico; Samantha Konstat y Valentina Garibay en la coreografía; Alejandro Jara en los efectos especiales; y Yamila Garibay en el diseño e identidad gráfica. Producción Kraken Teatro.
Las funciones son de miércoles a viernes, hasta el 21 de julio, en el Foro La Gruta, consulta horarios y precios, aquí.
