Por Roberto Sosa/ Ensayo, prueba, análisis del texto, los cuatro están reunidos para el trabajo de mesa, preparan una obra sobre Stalin. Dramaturgo, director y dos actrices están listos para dar lectura. José escribe, Daniel dirige, Sonia y María Inés actúan. Lo que sería una sesión alrededor de una mesa, toma un giro distinto. Sonia inicia su monólogo no con las líneas que el autor escribió, sus parlamentos exigen y versan sobre asuntos personales, conoce la relación de José su pareja, con María Inés.
Uno por uno toman turno, en cada palabra y en cada gesto se revelan emociones y sensaciones que en este momento ninguno puede contener. Lo que en otro momento era entrevisto ahora queda al descubierto. Los monólogos están cargados de erotismo, coraje y frustraciones. Sobre la mesa están textos y libros que encierran historias, alrededor circundan las pasiones de los cuatro protagonistas. “Los malos poetas serán buenos verdugos”.
De Pascal Rambert (Clausura del amor, Hermanas), Ensayo es un poderoso texto que el autor construye con su estilo característico, el monólogo como medio de expresión. En esta obra son cuatro personajes con igual número de soliloquios que se entrelazan en un mismo espacio. Rambert indaga desde la ficción la vida y dependencia de dos parejas relacionadas al ámbito teatral durante el proceso de un montaje que inicia con la lectura y análisis del texto.
Actúan Daniel Martínez, María Inés Pintado, José Carriedo y Sonia Couoh sin duda es un elenco ideal para esta obra, por el tema que aborda y sus condiciones como actores y actrices. Cada personaje está bien delineado y trazado por el autor, José y Daniel en su papel de dramaturgo y director respectivamente; Sonia y María Inés se descifran ellas mismas. Lo cierto es que los cuatros están geniales. Es un duelo de actuaciones que parte de la honestidad con la que cada uno encarna y habita su personaje.
La dirección es por cuenta de Juan Manuel García Belmonte, su labor con los actores es acertada, le da ritmo y pausa al texto; conduce y cuida cada monólogo, vigila adecuadamente las reacciones de quienes en su momento solo escuchan. El subtexto juega un papel importante en el desarrollo del montaje, García Belmonte lo tiene bien presente y acorde en cada intervención de los protagonistas. Logra un buen resultado de la mano de todos los que intervienen en el montaje.
Ensayo es teatro que se ve al ombligo, es decir el teatro hablando de teatro. La mesa donde se hace la lectura del texto, es el inicio de todo proceso creativo; los que se sientan alrededor de ella los han vivido en incontables ocasiones, en esta obra repiten el ejercicio pero desde otra perspectiva, se muestran como actores en la representación de otros. La paradoja del gato.
El espectador que entre a ver Ensayo podrá apreciar una obra redonda, con todos los elementos que requiere un buen montaje, pero sobre todo podrá ser testigo de un gran trabajo actoral, allí radica su éxito; quienes se paran sobre el escenario lo hacen con todo profesionalismo, con talento y el compromiso con el espectador de bridarle una buena obra de teatro a cambio del boleto que pagó, y eso siempre se agradece.
Escenografía e iluminación, Gabriel Pascal; música y diseño sonoro, Rodrigo Castillo Filomarino; vestuario, Salvador Hernández y Daniel Moreno; la traducción es de Coto Adánez. Producción Hanna Berumen.
Las funciones son de jueves a domingo hasta el 20 de agosto en el Teatro El Milagro, consulta horarios y precios, aquí.
