El 27 de abril estrena Persona en el Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes. Este montaje, escrito y dirigido por Gutemberg Brito, está inspirado en la película del mismo nombre del cineasta Ingmar Bergman. Para hablar sobre esta propuesta entrevistamos a su autor, quien nos explica que rescata en esta propuesta los dos personajes principales de Bergman y da especial énfasis en el hijo de una de ellas. 

Ingmar Bergman escribió y dirigió Persona en 1966. La cinta aborda la relación entre Alma, una joven enfermera, y su paciente, la actriz de teatro Elisabet Vogler, quien sin ningún motivo aparente dejó de hablar. El filme se ha prestado a múltiples interpretaciones, sin embargo, su propio autor nunca quiso compartir su significado, ya que deseaba que el espectador llegue a su propia interpretación y que “sienta” la película.

 

Un homenaje a Bergman

Brito, quien es también actor y bailarín, nos explica que con esta propuesta busca hacer un homenaje a Bergman. Para él, confiesa, el cineasta ha sido un gran maestro de la estética, de la belleza y de un erotismo profundamente sensual

“El público va a ver un proyecto inspirado en la película de Bergman”, nos dice su autor. Y agrega: “Rescato a los dos personajes principales, Elisabet Vogler y el personaje de la enfermera Alma, rescato el personaje del hijo, que en la película de Bergman tiene una presencia diminuta, digamos”. 

Gutemberg Brito explica que, desde su percepción, la importancia del hijo de Vogler es muy grande. Y agrega: “Lo que ustedes van a ver [… ] es la mente de Elisabet Vogler, para mí esa inspiración que tuve está ocurriendo dentro de la mente de Elisabet”. 

El proyecto nació hace cinco años cuando Gutemberg cursaba la maestría de dirección escénica. En ese entonces, agrega, tuvo la inquietud de hacer el montaje, “estaba investigando sobre el erotismo en la escena teatral y me vino la imagen de la película Persona”. 

En este sentido, considera que si bien Bergman es muy psicoanalítico y reflexivo en torno a la existencia humana, en esta versión busca dar un enfoque que tiene que ver con los deseos que aparecen a través del sueño. Al respecto, subraya que a través del sueño se podrá mirar: “ese anhelo que yo tengo de compartir algo que para mí se acerca a lo bello, que nos vuelva a conectar con nosotros como seres humanos, que sepamos que estamos vivos y que también es finito”.

 

Creo en la vida como una gran experiencia

Para el director y autor, somos seres espirituales que atravesamos por una etapa humana. Durante esta etapa, nos dice, “el cuerpo es el que nos contiene, a través del cuerpo es que nosotros podemos recibir, sentir y oler”. Esto, nos dice, es también lo que el espectador podrá encontrar en Persona.

Brito nos adelanta que el público ingresará a la sala por la parte de atrás del teatro, donde podrá tomar una taza de té caliente, cruzar por el escenario y luego pasar a la butaquería. Es decir, subraya: “Vivir una experiencia, no es solo una obra de teatro. Yo creo en la vida como una gran experiencia, y yo creo que Bergman trató de hacer eso con su película cuando se acerca la cámara a los ojos, a la mirada, esos close up profundos”.

En esta propuesta, nos dice, lo que está buscando es la belleza, la delicadeza, la suavidad a través del arte escénico y de la presencia. Inevitablemente, al hablar sobre la presencia, el creador escénico refiere el proceso que se vivió durante la pandemia. En este sentido, explica que fuimos marcados profundamente por la distancia y el miedo hacia el otro. 

 

El erotismo en la escena teatral 

La versión de Persona del Brito, nacido en Bahía, Brasil, parte de la investigación sobre el erotismo que durante 5 años ha realizado. Sobre este particular, reflexiona: “En la escena teatral, para mí, el erotismo no existe en la prisa, para mí en el erotismo tiene  que haber calma, tiene que haber tranquilidad, es otro ritmo, es otro tempo”. 

Gutemberg cree que “la obra está cubierta de erotismo”. Por ello, desde que el público ingresa al teatro: “La idea es que la sensualidad te envuelva”. Esto, agrega, planteó el reto de lograr la calma en los actores, lograr que no entraran a escena con “la prisa de la Ciudad de México”. Para ello, explica, se necesita que entren en un proceso de calma, paciencia y entender que el proceso erótico tiene que ver con una serie de capas que se tiene que quitar una a una. 

Que la mirada del espectador  funja como la cámara

Otro reto que enfrentó el director es que, a diferencia de la película, en el teatro no se puede utilizar el close up. Para lograr esa sensación, explica, se recurrió a la eliminación del exceso de objetos. “Ustedes van a ver un escenario casi vacío, son muy pocos los elementos que están ahí”, adelanta. 

En este sentido, agregó: “Dejar realmente lo esencial para que podamos lograr hacer ese close up que la cámara normalmente logra [… ]  quitando todo lo demás, permitiendo que la mirada del espectador  funja como la cámara [… ],  mi mirada es la que tiene la capacidad de poder viajar por el espacio y ver el rostro de la actriz, sentir la mirada de la actriz”.

Esto además permite, según el creador, que los pocos elementos que quedan sobre el escenario estén cargados de imágenes y mensajes. 

 

Qué encontrará el espectador en Persona

Finalmente, cuestionamos a Gutemberg Brito sobre tres razones por las cuáles el público debe ver Persona. Al respecto nos dice: “Van a vivir una experiencia inolvidable, me comprometo con ustedes que van a vivir una experiencia inolvidable”. 

 El director, además, nos comenta que es un proyecto hecho con mucho amor y cariño: “Hacer la composición original con un trío de cuerdas, dos cantantes de ópera, un percusionista; es un equipo de más o menos 20 personas que estamos  poniendo nuestro corazón de antemano.Proyectos que son hechos con corazón, yo creo que sí vale la pena dar la vuelta y verificar”.

Finalmente, explica: “Bergman es un gran maestro, y creo que es un gran maestro no solamente para nosotros que somos artistas, que somos artistas escénicos, sino que creo que es uno de los grandes directores a nivel mundial que tiene un mensaje muy profundo de la existencia humana. Él está hablando a lo más íntimo de nosotros. Bergman está hablando no a tu máscara, no está hablando a tu arrogancia, no está hablando a tu frivolidad, está hablando a tu ser más íntimo, a tu ser más profundo”. 

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Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Cortesía Gutemberg Brito

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