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La autoficción tiene la potencia de – a través de la historia de alguien más – ver nuestro propio reflejo en ella. Ricitos de oro no habla alemán es una obra que se inserta en este tipo de narrativa. En ella, su autora y codirectora, Paula Watson, se lanza a indagar sobre el amor, la pérdida y el duelo.

Al lado de Luis Eduardo Yee, codirector del montaje, nos presentan un universo particular. Se trata de una obra que toma como punto de partida para desarrollar su historia el cuento de Robert Southey. A partir de ahí nos sumergimos en la historia de la protagonista, que está en búsqueda de su identidad y de un lugar propio en el mundo.

Te compartimos tres razones por las cuales debes ver Ricitos de oro no habla alemán.

1. Una experiencia muy particular. Esta obra es, desde que ingresas, una experiencia teatral distinta. Se presenta en las entrañas del Teatro del Bosque Julio Castillo, en su sótano. Al descender por las escaleras nos adentramos por debajo del emblemático escenario del teatro. Es casi una experiencia inmersiva en la que el público –literalmente, como lo hace la niña del cuento – irrumpimos en la casa de los tres osos y en su intimidad.

2. Un texto potente y una propuesta lúdica. El texto de Paula Watson es potente, nos habla desde su propia experiencia. El duelo, el amor, la búsqueda de nuestra propia identidad y un lugar en el mundo son temas que a todos nos atraviesan. Es una propuesta lúdica y onírica, con ambientes y personajes que se mueven entre las fronteras de la realidad, el sueño y la pesadilla. Es difícil definirlo, pero por momento estamos ante personajes que emanan cercanía y por otros tienen un halo macabro, por momentos divertido y por momentos conmovedor es un texto que nos habla desde la parte más profunda de su autora.

3. Un universo propio en un espacio distinto. Paula Watson y Luis Eduardo Yee, de la mano de su elenco y su equipo creativo integrado por Mauricio Ascencio en el concepto escénico y diseño de vestuario, y Joaquín Martínez y Emiliano López en el diseño sonoro, logran crear un universo propio para esta obra en este espacio no convencional. Es un ambiente que nos hace sentir como espectadores algo irreal, es como entrar en un cuento infantil distorsionado por el sueño.

Así que ya lo sabes, si lo tuyo es el teatro de autoficción, el teatro en espacios no convencionales y los textos que retan al espectador. Ricitos de oro no habla alemán es, definitivamente, para ti. No te pierdas esta obra interpretada por Luis Ra Acosta, Leonardo Barragán, Emiliano Cassigoli, Ayla Rodríguez, Paula Watson y Luis Eduardo Yee.

Para más información de la obra, boletos y horarios, haz clic aquí.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Millán Foto. 

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