Materia Prima, propuesta experimental creada, interpretada y dirigida por Olinda Larralde Ortiz, llega al Teatro El Granero para ofrecer una experiencia sensorial a partir de la migración, fenómeno que permite una mayor comprensión de la propia identidad y la posibilidad de una nueva visión del mundo.

Tras su estreno en el Centro Cultural del Bosque, la autora comparte:“Estamos muy agradecidos de poder concluir este proyecto que nos tomó 10 años el poder poner en escena, mismo que se ha escrito y reescrito muchas veces y con un equipo casi íntegro desde entonces”.

“A raíz de este proyecto, salieron muchos otros, como traducciones, publicación de libros, festivales, para después realizar una obra con 63 funciones, una gira, en fin, todo eso tuvo su origen a partir de este proyecto que nació de mis propias inquietudes”, señala.

“Esta obra es muy distinta, porque tiene muchos elementos curiosos que no ves todos los días, es principalmente una experiencia para el público que, a veces, nos gusta llamar extranjería, porque está escrita en holandés y español, entonces ambas lenguas se entrelazan a lo largo de toda la obra, hay actores de aquel país y de México”, añade.

De acuerdo con la dramaturga, las reflexiones planteadas en escena son interpretadas a partir de estos lenguajes tan distintos, donde son utilizados subtítulos integrados al dispositivo escénico para que sea más sencillo seguir el relato.

“Yo la veo como una experiencia sensorial, a partir de la reflexión sobre el idioma y la identidad. Nuestro propósito es generar reflexiones sobre las identificaciones que provocan las palabras, primero como sonidos y después como conceptos en el cuerpo, más allá del contexto histórico”, argumenta.

“Por ejemplo, cuando se aprende un idioma, imagina que aprendes una palabra para decir mesa, y es partir de la nueva palabra aprendida que se representa una nueva posibilidad de volver a conocer la relación entre el sonido, el significado y cómo resuena en el cuerpo y también, cómo resuena en otros conceptos aprendidos desde que nacimos en las distintas sociedades”, plantea.

Y agrega: “El aprender un nuevo idioma permite reflexionar sobre la concepción de quienes somos nosotros mismos y nuestra visión del mundo. Quizá el público, al ver el montaje, pueda empezar a cuestionarse, quiénes somos y quizá en el mejor de los casos, como creamos la realidad que percibimos”. 

En la trama se muestra a una mujer que se fue a Holanda, donde se encuentra que hay un idioma extraño en la voz de su amado, con la esperanza de comprenderlo, comienza a aprender el idioma. Sin embargo, se encuentra con diversas dificultades e inflexibilidades a su alrededor, esto la hace darse cuenta de que tiene que tomar una decisión y hacerse responsable de su nueva realidad.

“Hay unos vestuarios maravillosos creados por Brisa Alonso, que pasan más allá de la caracterización de los personajes y sus nacionalidades, porque nos ayudan a transitar hacia un espectro más onírico, más interior, porque la idea es que el público se sienta dentro de la mente de la protagonista y su proceso de deconstrucción para volverse a formar”, comenta.

“Brisa Alonso tiene un contacto muy estrecho con algunas comunidades indígenas y con ellos trabaja toda la parte textil, desde los colores, los símbolos, en fin, esos vestuarios son muy ricos y dicen muchísimo”, refiere.

“Sobre el escenario, la música corre a cargo de Tomás Barreiro, acompañado de un saxofonista en escena, ya sea Fede Hülsz o Ernesto Hevia, Iván Ontiveros, quien es coreógrafo y asesor en movimiento, nos estuvo ayudando mucho a encontrar los lenguajes que están presentes también en el cuerpo y qué idiomas se desprenden de cada sociedad”, expresa.

“Todas estas disciplinas están bien entrelazadas en la obra y guían al público en este mundo sensorial, donde además hay partes cómicas que se presentan en esta extranjería, así como temas sociales incómodos y de género. Ojalá podamos cumplir con el objetivo de ofrecer un espacio para virar de otra forma, un poco más distinta, para agrandar los límites de quienes creemos que somos y así dar cabida a una inteligencia superior”, concluye.

Materia prima se presenta de miércoles a domingos en el recinto ubicado en Paseo de la Reforma s/n , para conocer más detalles, da clic aquí.

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía producción

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