Por Itaí Cruz, Foto: Captura de pantalla/ Ayer por la noche, el Teatro El Milagro rindió homenaje a la titiritera, actriz y productora, Lourdes Pérez Gay, fundadora de la compañía Marionetas de la Esquina y del Centro Cultural La Titería.
El homenaje comenzó con la participación de Miguel Ángel Quemain, quien expresó: “Los niños tienen que estar en el teatro porque es una evidencia de que su imaginación también está fuera de ellos. Ese testimonio de que lo que imaginan tienen una relación especular, le da una enorme realidad al mundo de invisibilidades e imaginaciones que ellos tienen, por eso es tan importante”.
Por su parte, la maestra Pérez Gay, quien se mostró muy contenta y un poco apenada por el homenaje, recordó que al inicio no tuvo el apoyo de su padre: “No tuve tanta libertad por parte mi padre cuando me dedique a hacer teatro, lo odiaba, él decía que solo las prostitutas se dedican a eso, la que me defendió fue mi mamá”.
Mientras que Amaranta Leyva, actriz y directora escénica, e hija de la maestra, comentó: “Se acercó al teatro, según me cuenta, porque era muy tímida, y en el teatro se empezó a atrever a hablar y opinar, siempre detrás de los hombres. Es su manera que encontró para expresar su rabia, su timidez, sus miedos como mujer en un país, en una familia, en una época donde las mujeres poco espacio tenían como personas y como creadoras. Yo creo que por eso los títeres le venían muy bien, por que podía hacer y decir sin que la vieran, y eso ayudaba a que ella detrás moviera los hilos de los títeres”.
“Yo soy de una generación en la que las mujeres estaban muy calladas, trato de decir lo que pienso siempre, sin lastimar al que tengo enfrente, pero sin callarme la verdad. Atreverse a hablar es una forma de conservarse en forma, y sobre todo en las mujeres, no estar calladas, decir lo que pensamos, sin molestar“, señaló la creadora escénica, Lourdes Pérez Gay.
Sobre la maestra
Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Al ser una sobreviviente del 68’, Lourdes Pérez Gay y su pareja de aquel entonces, Mariano Leyva, se refugiaron en Morelos, ahí fundaron el grupo de teatro político Mascarones que tuvo una gran influencia no sólo en el teatro político mexicano, sino también en la fundación y propagación del teatro comunitario del estado, donde se formó como actriz y directora. Allí participó en 12 montajes, incluyendo el novísimo teatro del movimiento chicano y trabajó con los directores Mariano Leyva, Luis Valdéz, Augusto Boal, Franco Brambilla, Atahualpa del Chiopo y Humberto Proaño.
En 1976, se inició profesionalmente en el teatro de títeres para niños fundando junto con Lucio Espíndola (su actual pareja sentimental), la compañía Marionetas de la Esquina, con la que hasta la fecha ha montado cerca de 40 espectáculos fungiendo como actriz, titiritera y, actualmente, directora.
Su experiencia artística va ligada al currículum de su compañía con la que ha realizado más de 3500 representaciones en festivales nacionales e internacionales, giras, temporadas en teatros, programas de teatro escolar.
Las obras, Historias en Colores (1991) y Dibújame una vaca (2002) marcaron la historia del teatro de títeres en México.
En 2014 cumplió el sueño de abrir un espacio propio, el Centro Cultural La Titería, ubicado en Coyoacán, un recinto especializado en el arte del títere, donde ha montado espectáculos propios y ha dado cabida a diversos artistas amantes de los títeres y del teatro de las primeras infancias.
En el evento estuvieron presentes Martha Luna, José Mariano Leyva, Amaranta Leyva, Rafael Pérez Gay y Miguel Ángel Quemain, quienes rindieron homenaje a los casi 50 años de trayectoria de la maestra Lourdes Pérez Gay, dedicados a impulsar y promover el teatro infantil y, particularmente, el teatro de títeres.
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