Por Arantxa Castillo, Fotos. Cortesía PinPoint/ Para Verónica Langer hablar de su familia es adentrarse a “una historia de exilios”. Sus padres, Marie de origen judío y Máximo Langer, abandonaron Viena en 1936 a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Por causas políticas, sus padres jamás pudieron volver a Austria, viajando a España, lugar que también abandonarían por La Guerra Civil. Encontrando en Argentina una nueva patria, donde formarían una familia con 4 hijos, entre ellos la actriz Verónica Lager, quien radica en México desde 1974.

La intérprete, que participa en “La casa de las flores”, se aventura con un monólogo personal basado en la historia de su familia, Detrás de mí la noche, escrito en colaboración con Noé Morales, que estrenará el próximo 6 de diciembre en el Centro Cultural El Hormiguero.

Para conocer más sobre esta obra construida con técnicas del teatro documental y discutir acerca de los temas que se abordarán en este unipersonal, Verónica Langer concedió una entrevista a Cartelera de Teatro.

¿Por qué motivo hablar de tu familia y escribir este monólogo?

Es un largo recorrido que llevo haciendo de investigación, diría que ocurrieron ciertos detonantes que me llevaron a abordar la puesta en escena, pero prácticamente desde niña me ha interesado la historia de mi familia. Mis padres vienen de Europa, huyeron en la Segunda Guerra Mundial. Mi madre era judía, mi padre no, ellos se tuvieron que ir de Viena por cuestiones políticas, no solo era un tema religioso.

Me interesa mucho como esta experiencia se transmite de padres a hijos y como los padres intentan suavizarlo para no lastimar a sus hijos, pero muchas cosas van quedando soslayadas, como que no se acaban de decir y precisamente eso que no se dice es lo que estuve averiguando y descubrí cosas que yo no sabía.

¿Qué es lo que contarás en Detrás de mí la noche?

Es como un pasado que está detrás de mí y que está en una nebulosa y prácticamente no hay nadie vivo de tu familia que te pueda contar. Esta historia trata del viaje que hago para iluminar esta noche, todos tenemos huecos en nuestras historias de familia, para mí es muy importante que existan los menos.

¿Cómo fue para ti crecer en una familia de origen austriaco que huyó del país a causa de la Segunda Guerra Mundial?

Bueno es que yo tampoco soy mexicana, es como una historia de exilios con la que uno va cargando. Mis padres se quisieron sobre adaptar, porque sentían que por ser diferentes en Europa casi les cuesta la vida, su mensaje para nosotros era que había que adaptarse al país en el que estás, que no se notara mucho lo extranjero, por eso me quité pronto el acento argentino, lo cual en parte, es cierto, pero a la vez no hay porque negar tu pasado.

Así me toco, yo soy argen-mex (risas). Creo que uno es todo eso, no es que seas de un país y del otro no, soy de allá y de acá, tengo muchos años en México, familia mexicana, pasaporte mexicano, pero últimamente he tratado de reconciliarme con el origen austriaco de mis padres, porque fue una nacionalidad que les fue arrebatada.

¿Cómo fue emocionalmente el proceso de construir este monólogo?

Por momentos fue muy fuerte, momentos de soltarme a llorar, descubrí que un familiar que no conocía murió en un campo de concentración, es horrible, aunque no conozca ni su cara, sé que es alguien de mi familia. Por momentos ha sido doloroso, pero también sanador, porque siento que esas personas de mi familia merecen ser recordadas, es como un homenaje para ellos, pero también pretendo que el público pase un rato agradable, hay un poco de humor.

El internet es fantástico porque de pronto te metes y te metes, hay mucha gente que sigue investigando sobre la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto, los exiliados. Encontré sitios de genealogía en los que descubrí que una abuela, de quien yo sabía tenía dos hermanas, venía de una familia de 7 hermanos.


¿Qué te gustaría provocar con esta obra?

Yo pretendo que la gente salga de ahí con ganas de saber más sobre su propia historia familiar. Acercarse a sus familiares y preguntarles esas dudas que tienen, creo que conocer esta historia nos ayuda mucho a entendernos.

¿Si tus padres aún vivieran que crees que te dirían sobre tu monólogo?

No sé la verdad, yo creo que estarían contentos, mi padre hablaba muy poco, es una de las cosas de las que hablo en la obra, hay gente que no quiere hablar y menos de su pasado si fue muy doloroso, un poco los estoy balconeando, pero sé que le hubiera hecho bien y mi madre fue una psicoanalista muy importante, ella escribió su autobiografía “Memoria historia y dialogo psicoanalítico”. Creo que a ella le gustaría. Le gustaba hablar del pasado, pero nos protegía mucho de las partes más dolorosas.Es una historia que ya pasó hace 80 años, pero hay que hablar de eso que fue doloroso, para mí por lo menos es algo que sigo sanando.

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