Adaptación libre de la obra homónima de Luis Zapata con asesoría dramatúrgica de Nora Huerta. Únicamente se presentará los martes 20 y 27 de noviembre a las 21:30 horas en el Teatro Bar El Vicio.
La compañía de teatro-cabaret La Hermana Secreta Producciones combina la sátira cómica, el recuerdo de los 60, la música a go-go, las malteadas de fresa, la vida nocturna de las vedettes de los 70 y 80, y el arte del burlesque en La hermana secreta de Angélica María, puesta en escena que tendrá únicamente dos funciones en el Teatro Bar El Vicio.
Esta pieza escénica es una adaptación libre de la obra homónima de Luis Zapata con la asesoría de Nora Huerta para cabaret bajo la co-dirección de Amanda Farah y con la actuación estelar de Gabriel Castillo (beca FONCA como actor de cabaret 2017).
La protagonista es Alba María, baladista profesional que aspira a ser estrella y mito internacional; ella asegura ser la hermana secreta de “la novia de México” y mostrará al público su ríspido transitar no sólo en el complicado mundo del espectáculo, sino en la vida diaria, abordando uno de los temas universales como lo es la búsqueda de identidad.
Se trata de un íntimo monólogo donde Alba “La etérea diva”, abre su corazón, contando sus miserias, sus glorias y lo que significa vivir bajo la sombra del reinado de Angélica María, la inmortal sirena del rock and roll mexicano.
El dramaturgo, actor y cabaretero declara que esta obra ha sido un desafío al tratarse de un tema como lo es la intersexualidad del personaje creado por Luis Zapata en los ochenta y la búsqueda de identidad del ser humano, encarnada en este complejo personaje.
“Es una labor titánica que parte de nuestra realidad actual y la tan viva inclusión, la lucha por la aceptación de la diversidad sexual. Me resultó un tanto complicado lidiar con la visión y el destino final que el autor le deparó a su protagonista. El tener que resolver la difícil tarea de luchar contra el viejo cliché de que todos los actores son entes con problemas de personalidad y que terminarán al final de sus días en un psiquiátrico, pero sobre todo el saber que para muchas personas de la comunidad LGBTTTI el sanatorio mental y terribles prácticas médicas resultaban una dura realidad hace más de tres décadas, me llevó a dar un giro rotundo al tratamiento de personaje, refrescando y retocando la obra en su mayoría, para poder dar a la protagonista un final digno de una mujer a la que tanto le costó llegar a encontrarse y poder ser ella misma”, puntualizó Gabriel Castillo.
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