Por Roberto Sosa/El sentido intrascendente de repetirse eternamente. Richard Viqueira se inspira en la obra de Milan Kundera, La insoportable levedad del ser, novela publicada en 1984 a partir del pensamiento de Nietzsche: la inutilidad de la existencia y la necesidad del eterno retorno. Todo lo vivido ha de repetirse eternamente. Desde hace más de cincuenta años en México la cultura del pop simboliza la repetición y el enajenamiento.
El espectáculo inicia en la sala del teatro, un grupo de música pop discuten por el pasillo rumbo al escenario; tres mujeres y un hombre suben a dar el show. La introducción es con melodías que utilizan los comerciales que se transmiten por la televisión abierta. El grupo en apariencia inofensivo, son en realidad terroristas de la diversión. Desde el escenario cuestionan y se burlan de la forma en que los políticos a través del esparcimiento, han manipulado al pueblo de México.
La puesta en escena representa con ironía y sarcasmo a los “artistas” del entretenimiento, frívolos, triviales; el escenario vacío es análogo con su existencia. El espectáculo vira hacia el espectador, que pasivo –como en la realidad- presencia desde su zona de confort, el show en que se ha convertido su vida y la de este país. “El pop funciona por la repetición…” Así actúa, corear siempre lo mismo, así el pueblo se siente parte del espectáculo.
Elenco: Rocío Damián, Valentina Garibay, Ángel Luna y Jennifer Sierra, sin duda un acierto, el talento de los cuatro contrasta con los personajes que representan; todos poseen capacidad y condiciones para cantar, tocar instrumentos, actuar y bailar. “El Pop es cantar puras necedades…”. Los cuerpos de las actrices muestran lo que desean representar: la mujer utilizada como diversión.
La puesta en escena se articula de contenido político; con burla representan la confabulación del gobierno en el poder y el medio “artístico”. Las escenas evocan con canciones eventos que violentaron al país, desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio, lo acontecido en el concierto del grupo U2 con su equipo de seguridad, y los esbirros que protegían a los hijos del ex presidente Ernesto Zedillo y de forma emotiva abordan los sucesos de México 68.
La insoportable levedad del pop es una obra que no se limita a relatar, intenta y logra dilatar la mirada del espectador que trastorna la relación entre narración y percepción del espectáculo. El sentido es subvertir a los asistentes y que sea reflexivo. Desde el escenario se cuenta la realidad, la intención es lograr una experiencia de incomodidad…y la obtiene.
Autoría, dirección y diseño de iluminación: Richard Viqueira; diseño de sonido y música metaconcreta: Miguel Hernández; composición y arreglos en vivo: Rocío Damián, Valentina Garibay, Ángel Luna, Jennifer Sierra y Richard Viqueira.
Las funciones son en el Teatro Benito Juárez de jueves a domingo en los horarios habituales, hasta el 16 de diciembre, consulta precios y horarios, aquí.
