Por Luis Santillán/ Jaime Chabaud, motivado al presenciar cómo uno de sus hijos va construyendo su mundo, escribe un texto que le permite llevar al papel la complicidad, la camaradería y la amistad, mientras ahonda en el universo de las flatulencias.
¡Pun! Historia asquerosa para niños que se echan vientos es un texto donde Pacho transita por esa etapa de la vida donde las niñas van dejando de ser “asquerosas” y la lealtad en la amistad permite que se enfrente al mundo de los adultos con valor; comparte con Jonas, su mejor amigo, el manual de los punes que le ha prestado su abuelo.
La dirección de la obra es de Oswaldo Valdovinos, plantea el universo por medio de títeres; el diseño y la realización de los mismos es de Astillero teatro, hay un gran acierto en la propuestas del diseño, permite que el juego proyectado por el autor pueda llevarse a cabo de una manera orgánica, permite que su manipulación sea la base de un mundo equilibrado entre lo lúdico y lo funcional. Itzel Casa, con el diseño de escenografía e iluminación, brinda un universo donde los títeres se desenvuelven ágilmente, los cambios a vista del espectador permiten apreciar el gran trabajo que hizo la escenógrafa.
En todo momento los actores realizan la manipulación de los títeres de forma pulcra, proyectan los estados emotivos de los personajes y logran que nunca se rompa la ilusión del mundo que establecen.
La dirección de Valdovinos cuida el ritmo de la puesta en escena, ese aspecto es de suma importancia porque permite que los bloques de mayor repercusión emotiva no se pierdan ante la intensidad de otros momentos.
Quizá lo que distrae es el “golpeteo” constante en los micrófonos porque en algunos momentos la locución se pierde por ese recurso.
¡Pun! Historia asquerosa para niños que se echan vientos es una muy buena razón para visitar el teatro Helénico los domingos. Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
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