Por Mariana Mijares/ Mentiras se ha convertido en un musical mexicano con un éxito sin precedentes; hasta hoy ha tenido 39 actrices y 22 actores sobre el escenario, el CD está por convertirse en disco de platino, se han homenajeado a decenas de artistas, y a principios de este mes se celebraron 3000 representaciones.

Para platicar de este acontecimiento, de la última etapa de El Rey León y del regreso de Los Miserables a México, además de futuros proyectos, platicamos en exclusiva con el productor Morris Gilbert, director de la División Mejor Teatro de OCESA.

Con 42 años en la producción teatral, Gilbert es una de las figuras capitales en esta actividad en el mundo de habla hispana, como lo muestran las 76 obras y 24 musicales de gran formato que ha producido. Entre un total de más de 100 títulos, sobresalen: Rent, El Fantasma de la Ópera, El hombre de la Mancha, Chicago, el musical, Los Miserables, José el Soñador, Los Productores, La Bella y la Bestia, Mamma mia!, Wicked y El Rey León.

En promedio, ¿Cada cuándo buscas una nueva obra?
Morris: ¡Uy! todos los días, todos los días estoy buscando una.

Generalmente, ¿cuáles son los lugares donde buscas textos? Sé que sueles viajar con frecuencia a Buenos Aires, Nueva York o Londres, ¿te gusta leer o cómo suelen encontrar sus proyectos?
Morris: Hay muchísimas rutas muy variadas; por lo general estoy muy pendiente de todo lo que se está montando en otros países, en las capitales teatrales. Me comentan mucho qué se está programando y qué se está escribiendo -incluso antes de que los proyectos arranquen formalmente- porque conozco a la gente del medio en todas las capitales. Obviamente también en Internet, que es lo que hacemos todos; hoy en día es más fácil que nunca hurgar en todas las obras habidas y por haber, inventadas y por inventar. El teatro es lo que más me gusta en esta vida, y las obras que me llegan, que son muchas y muy variadas, siempre me permiten descubrir un nuevo mundo e imaginármelo; leerlo la primera vez es una sensación deliciosa.

¿Sueles tener en mente si quieres que tu próxima obra sea una comedia, un drama, o de cierto número de personajes?
Morris: No, siempre estoy abierto a lo que el destino mande por mi camino; creo profundamente en el destino y en que las cosas suceden y llegan en el momento justo y exacto de la vida. Entonces siempre estoy abierto a ver qué llega a mis manos o a mi camino. Y si es un drama, o una gran comedia lo que me toca hacer, la hago. Creo que todo está escrito, que hacemos lo que ya estaba destinado que íbamos a hacer.

¿Cuáles son los sentimientos que tienen a más de dos años de haber traído a México El Rey León?
Morris: Llevamos dos años y medio; es mucha plenitud, esta misión era un reto enorme y con esta gran empresa la hemos logrado, entre todos y con una gran satisfacción.

¿Obtuvieron los resultados que esperaban, o fueron mejores?
Morris: Es muy temprano para hablar de cómo cerrará la temporada, pero seguramente cuando llegue su cierre habrá sido mejor de lo que esperábamos porque en realidad el musical ha superado todas las expectativas.

¿Crees que probablemente contribuyeron a este éxito estrategias como las preventas o los boletos de estudiante? Porque tuvieron los precios de estudiante más accesibles que ha tenido la obra en el resto del mundo…
Morris: En el mundo todo se ha vuelto dinámico, nada es estable. Tuvimos promociones dinámicas: cambiar precios, cambiar estrategias prácticamente todos los días, porque la realidad cambia ante nuestros ojos y hace mucho que nosotros tenemos que adaptarnos al mundo, porque él no se va a adaptar a nosotros. Entonces la forma de vivir y sobrevivir con una empresa en estos tiempos, y que aplica no solamente para El Rey León, es hacer eventos como los homenajes en Mentiras; tiene mucho que ver con que siempre nos hemos abierto a cambiar y a que no nos cerramos a una sola forma de hacer las cosas. Uno siempre está cambiando.

Anteriormente se anunció que Mentiras estaba por concluir, pero me imagino que gracias a la gran respuesta del público se mantuvo…
Morris: Estamos en el octavo año y en el mes de febrero estaremos iniciando el noveno, si Dios quiere; o sea que llevamos exactamente ocho años y medio y vamos por nuestro noveno aniversario el próximo 6 de febrero. Obviamente, por el momento, la obra no se acaba pues ha rebasado todas las expectativas. Creíamos que se había acabado su ciclo y cuando anunciemos que nos íbamos, la reacción del público fue abrumadora.

¿Cómo sientes que ha sido la respuesta en La Estética del Crimen? Esta obra incluye una dinámica muy distinta: involucrar al público; y creo que eso funciona bien en estos tiempos de tanta interacción digital; el interactuar presencialmente en el teatro…
Morris: Ha funcionado maravilloso, la verdad me divierte ver lo mucho que se divierte la gente en esta obra, de verdad se la pasan muy bien. Creo que es la obra perfecta contra el estrés y contra todas las situaciones que vivimos en esta sociedad, en este país y en este mundo tan tormentoso; por lo menos las dos horas que dura, yo quedo muy feliz.

Su próximo musical de gran formato es Los Miserables, ¿qué otras obras se evaluaron antes de elegirla?
Morris: Bueno, todavía no puedo decirte nada oficial sobre Los Miserables porque en realidad no hemos anunciado oficialmente esta propuesta. Falta que demos el último toque para poder decir que ya es oficial. Aún no tenemos la fecha, estamos negociando eso. En realidad es una obra que tenía que regresar tarde o temprano a nuestras vidas porque es el gran clásico de clásicos.

Un clásico que además se renovó recientemente para los montajes Toronto, en 2013, y Broadway, en 2014…
Morris: Sí, existe una nueva apuesta, lo cual lo vuelve muy interesante y particular para mí que estuve en la temporada pasada; hacer una nueva versión es algo muy apetitoso.

¿Qué recuerdos tienes de Los Miserables? Sin duda es una de las obras más emblemáticas que han hecho…
Morris: ¡Uy, bueno!, nos quedaríamos hablando toda la noche para poder responderte; pero fue una temporada muy intensa, muy fuerte obviamente; un texto maravilloso, la música era fantástica, todo en Los Miserables estuvo bueno nada más, con decir eso es suficiente. En la entrada de mi casa aún tengo un cuadro de Víctor Hugo; son recuerdos esplendorosos y estoy seguro de que esta vez no va a ser distinto…

Tuve el gusto de ver esta nueva versión en Nueva York, recuerdo particularmente que la concepción del escenario es muy distinta, ¿implica nuevos retos?
Morris: Es un poquito temprano para hablar de ello, porque apenas estamos conformando el reparto; ni siquiera hemos llegado a pensar en la parte práctica de la producción, pero evidentemente el que sea una apuesta distinta es atractivo para mí porque yo ya la hice y sé cómo hacerla, pero ahora en cambio voy a descubrir muchas cosas. Toda la vida en este negocio salgo a aprender todo; cuando salgo de mi casa en las mañanas me digo: “¿Qué voy a aprender hoy?”. Me gusta aprender diario nuevas formas de contar las historias; nuevas formas de producir teatro; nuevas técnicas, todo en lo que se va innovando me gusta conocerlo y aplicarlo a nuestras apuestas, porque creo que también eso nos mantiene a flote, como empresa y como personas.

¿Cómo fue la respuesta en ese primer casting que tuvieron para encontrar al elenco? ¿Recibieron la cantidad de actores que esperaban? ¿Más?
Morris: No bueno, eso me da risa porque el primer día de audiciones tuvimos que duplicar el tiempo porque la cantidad de gente que quiso asistir a las audiciones era tal, que tuvimos que abrir más y más horas. Fueron las audiciones más complicadas de mi existencia, tuvimos a más de 2000 personas. Y todavía seguimos viendo gente…

¿Ya eligieron algunos papeles?
Morris: La mayoría ya están preseleccionados, pero todavía tienen que pasar por un proceso interno de empresa. Es parsimonioso, pero al tiempo el tiempo.

¿Qué hay de papeles tan emblemáticos como Thénardier, ¿actores como Roberto Blandón podrían repetir los personajes que hicieron en 2002?
Morris: No creo porque este es otro concepto de puesta en escena, entonces hay otro montaje, otro contexto y ya han pasado muchos años; la vida cambia, los actores cambian y la forma de contar las historias cambia. Este equipo creativo no tiene nada que ver con el equipo creativo de la vez pasada; o sea muchas cosas son diferentes. Realmente sería muy difícil que algún actor de la temporada pasada encajara en esta, nada más porque son conceptos artísticos diferentes, entonces no veo mucha posibilidad de que eso suceda.

¿Definieron ya si Los Miserables estrenará a principios, mediados o finales del próximo año?
Morris: Estamos a punto de saberlo, quizá en las próximas semanas todo eso se va a ir finalizando, porque ya estamos prácticamente en diciembre, entonces el destino empuja.

Tanto Wicked como El Rey León incluyeron nuevos talentos, ¿se le volverá a dar la oportunidad a actores que no necesariamente habían trabajado con ustedes?
Morris: Sí, creo que es una constante, nos gusta muchísimo ir arropando a la gente, que pasen las nuevas generaciones y que vayan tomando su lugar en los musicales, en las obras de texto. En el reparto de La Estética del Crimen la mayoría no había trabajado con nosotros y me encanta que podamos seguir haciéndolo. En Mentiras también estaremos estrenando actores, la nueva generación, porque claro en 8 años y medio se incorporan nuevos actores, ¡y bendito que seguimos encontrando gente talentosísima! muy preparados, muy deseosos. No cabe duda que esa obra es el eterno moribundo, siempre se está muriendo pero nunca se acaba de morir…

¿Nos puedes compartir de algún otro proyecto a futuro?
Morris: Hay muchos, bendito sea Dios, pero el único que te puedo compartir ahorita me hace mucha ilusión: Casa de Muñecas. Parte 2, que es en este momento la obra más exitosa en Broadway.

En junio fue de las más obras nominadas al Tony, con 8; incluida mejor obra.
Morris: Exactamente, está en nuestros próximos proyectos para inicios del año que entra.

Y finalmente, en estos tiempos digitales y de redes sociales ¿Por qué te gustaría que la gente siga yendo al teatro?
Morris: Porque el teatro es un acto de comunión, me parece que es la forma de comunión humana perfecta, en donde venimos a estar juntos a un lugar tan sagrado como un templo, a un teatro; donde la gente, los que están en el escenario, actores, técnicos, músicos y el público, juegan el juego enorme de contarnos historias, que sabemos que no están sucediendo, pero jugamos con esa fantasía maravillosa. En el teatro todo el mundo se olvida de quién es y pretende ser otro, y es donde la gente se homologa de una u otra manera. Por lo menos durante la función, todos están compartiendo el mismo tiempo, el mismo espacio, la misma energía. El teatro es único e irrepetible; porque nunca habrá dos funciones iguales, eso no te lo da ningún medio; ninguno, solamente el teatro. Es un espectáculo donde te cuentan una historia en vivo; y cada noche, y cada función, es mágicamente diferente.

Fotos: Cortesía OCESA

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