Por Luis Santillán/ En la octava temporada de Teatro en corto, en su sede de Coyoacán, se presenta en el foro 7 la obra Amores de arrabal (un musical de banda y cumbia) de Paus Marrón, bajo la dirección de Luis Rodríguez y la producción de Enrique Madrid.
El relato desarrolla la historia de una infidelidad, tiene la estructura donde se presentan los antecedentes, presenta a los personajes; desarrolla el conflicto y las repercusiones de las acciones y; tiene un desenlace coherente, sustentado con la construcción previa. Esto en sí, supondría es la estructura base de un alto porcentaje de relatos, pero es importante mencionarlo porque la mayoría de las veces las propuestas de poco minutos carecen de estructura quedando sólo como sketches o crónicas escénicas. Marrón realmente presenta un texto dramático, en tanto la estructura, personajes y acciones; logra condensar los elementos para que funcionen en formato de breve duración. Tiene un buen trabajo con la síntesis, pero es de mayor mérito que en esa estructura sostenga un minimusical de rockola. La selección de canciones es astuta, vincula al público con los personajes y los referentes, agrega información sobre las situaciones, alimenta los estados emotivos.
En la función presenciada las actuaciones fueron de Dagmariz Serafín, Norah Montero, Alex Luebbert y Jorge Aceves. Hacen un buen trabajo, integran de manera limpia las partes musicales con las demás, perfilan a los personajes para que se sostenga la ficción, matizan las reacciones acorde a los detonadores. Está cuidado el trabajo actoral así como el musical. Serafín muestra su capacidad vocal de manera plena; ella y Montero presentan a dos personajes antagónicos en tanto su referente, lo agradable es que rebasan el cliché con el trabajo actoral que hacen. Si bien, tanto Luebbert como Aceves no tienen un mal trabajo, la distancia entre sus personajes no es tan lograda como la que crean las actrices.
La parte que no llega a buen puerto y amerita la reflexión es la escenografía, por la ilustración de los lugares; queda la duda sobre si agrega algo o por el contrario debilita la propuesta. El uso de la utilería crea los espacios, la forma en que los actores trabajan con ella bastaría para que cualquier distraído sepa en qué lugar se desarrolla la acción. Los cambios de la escenografía afectan el ritmo creado, no es por el tiempo que emplea, sino porque el recurso no está integrado con los demás elementos. Tanto las canciones seleccionadas, el trabajo de los actores, la música en vivo tienen un equilibrio, apelan a un campo de ficción; los elementos escenográficos apelan a la creación de un set de televisión.
Amores de arrabal quizás sea la opción indispensable para cuando se haga la visita a Teatro en Corto tanto por el trabajo de la dramaturga como el de los actores.
Consulta la cartelera completa de la 8va temporada de Teatro en Corto, aquí.
No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.