Por Itai Cruz, entrevista por Gina Fierro/ En exclusiva para Cartelera de Teatro, el Coordinador Nacional de Teatro, Juan Melía, nos explicó cuáles son los criterios de valoración y evaluación para conformar la programación del INBA.
De acuerdo con Melía, el INBA busca tener claridad con los procesos que se llevan a cabo, “los cambios que se hicieron en conjunto en las convocatorias son el resultado de un análisis que hicimos, quién entra, cómo se juzga y cómo acaba en la programación para irlo modificando”.
Señaló que, en este año, la programación sufrió modificaciones. Sobre el tema, aclaró que se había perdido un poco la capacidad de informar de manera más precisa sobre estos procedimientos, “y eso es algo que la coordinación no puede dejar de hacer”.
Acerca del tipo de programación de la coordinación, dijo, debe incluir “producción y coproducción, estrenos en modelo de producción íntegra o en modelo de coproducción”. Respecto a las producciones que se han presentado originalmente en otros espacios, el coordinador indicó que desde hace seis años el INBA le ha abierto las puertas a aquellas que hayan sido exitosas, “consideramos que esas producciones tienen una oportunidad para entrar, pero bajo los criterios de cuáles son nuestros teatros, de los objetivos que tenemos dentro de ellos y que respondan a la programación del público abierto adulto, pero sobre todo, para la programación del teatro para niños y jóvenes, que para nosotros es una parte fundamental”.
“Nuestra programación para niños y jóvenes es vital para esta institución, es algo que hemos defendido siempre”.
Melía subrayó que las obras deben de responder a los espacios teatrales con los que cuenta la institución, “no cualquier obra puede presentarse en El Granero, por ejemplo, hay que sacarle provecho a un teatro a cuatro bandas con el público tan cerca, lo mismo sucede con El Galeón, y esos dos espacios difícilmente los encuentras en otras regiones del país”.
Teatros del CCB: El Galeón, El Granero, Sala Xavier Villaurrutia y Teatro Orientación.
Teatros del CCB: El Galeón, El Granero, Sala Xavier Villaurrutia y Teatro Orientación.“A partir de esos criterios, ¿qué nos interesa? Dramaturgia mexicana de creadores consagrados a jóvenes creadores, compañías, grupos estables y proyectos que tengan razón de ser creativa. Eso es lo que acabas analizando dentro de los proyectos que se presentan, por supuesto, bajo razones diferentes, si va para uno de los teatros, si va para adultos o para niños o para jóvenes o para adolescentes, y eso es lo que se pone en la mesa”.
Al ser cuestionado sobre la diversificación y la rotación de los jurados que participan en el proceso, el coordinador cultural expresó, “normalmente todos los años hay cambios, por lo menos el 70 por ciento de un mismo jurado, a veces pueden cambiar todos, a veces tratamos de que unos se mantenga un año más, pero ese es el proceso que seguimos. Este año, tanto de niños y jóvenes, como adultos, todos son nuevos en relación al año pasado”.
Y agregó, “tratamos de que haya tendencias y creencias diferentes hacia lo teatral, a veces tenemos un crítico o un dramaturgo que cree en el teatro más tradicional o un director escénico que quiere más laboratorio o creación colectiva”.
Asimismo, el gestor cultural declaró que en Efiteatro este procedimiento es más complejo. “Ahí siempre tratamos de que haya un crítico, gente de producción que haya podido trabajar tanto en el ámbito del modelo de teatro comercial como en el teatro independiente, para que conozcan presupuestalmente los criterios de programación”, recalcó.
En este sentido, comentó que el propio proceso de reflexión para otorgar el incentivo, “aporta nuevas formas de cambiar la convocatoria”. Sin embargo, advirtió, también se pueden generar modelos y propuestas homogéneas, “lo cual es muy arriesgado tanto para la programación que le ofreces al público como para nuestros creadores”.
¡Es muy difícil que todo el mundo quede contento, es imposible!
Finalmente, Juan Melía puntualizó que “la Secretaría de Cultura y el INBA tienen la obligación de proponer los procesos de entrada a nuestros espacios para los creadores con una enorme libertad y una enorme creencia en que pueden hacer lo que necesitan como creativos, como creadores. Si eso no sucediera estaríamos condicionando la vida del creador hacia una tendencia que puede no ser en la que él crea”.
