En Lima, Perú, un nuevo teatro lleva el nombre de Ricardo Blume. El actor de la Compañía Nacional de Teatro, al cumplir 80 años, es homenajeado en su país natal por el trabajo realizado durante 27 años como fundador, director y maestro del Teatro de la Universidad Católica (TUC).

La ceremonia de inauguración, realizada el pasado 17 de agosto, fue presidida por Diana Álvarez Calderón Gallo, ministra de Cultura de Perú, Manuel Rodríguez Arriaga, embajador de México en ese país, y Jorge Talavera Traverso, rector de la Universidad ESAN.

También como parte del homenaje que ofrece le escena limeña a su maestro, estrenan el montaje de Hamlet, bajo la dirección de su alumno Jorge Chiarella Krüger, mismo que preside la dirección general de Aranwa Asociación Cultural y es piedra angular de la construcción del nuevo espacio escénico. Chiarella pidió a Blume grabar su voz como el fantasma del rey de la obra de Shakespeare, de manera que el homenajeado tendrá presencia en cada una de las funciones de la obra, como si se integrara al elenco.

A la par de la ceremonia de inauguración del primer teatro circular en Perú, se llevó a cabo la apertura de la exposición de fotografía Ricardo Blume y su vida en el teatro. La construcción del recinto se llevó a cago gracias a la inversión y el trabajo de la familia Chiarella, quienes la iniciaron hace seis años y, rumbo a la concreción de su sueño, recibieron algunos apoyos y en patrocinio de la Universidad ESAN.

Junto con el homenaje que le rindieron público, intelectuales y artistas peruanos al protagonista d eobras como Feliz nuevo siglo doctor Freud y Natán el sabio, que es repertorio de la Compañía Nacional de Teatro de la que hoy forma parte, se proyectó dentro del Festival de Cine de Lima, la palícula Tercera llamada, en la que participa como actor.

Ricardo Blume ha sido reconocido en su país con el honoris causa por la Pontificia Universidad Católica del Perú, la condecoración al Mérito cultural en el grado de la Gran Cruz por la municipalidad de Lima y de la condecoración de Gran Oficial de la Orden al Mérito por servicios distinguidos, ha participado en más de 60 obras de teatro, 17 películas, 37 telenovelas y ha dirigido una veintena de puestas en escena.

¿Qué actor no ha soñado alguna vez con el teatro propio? Ese espacio sagrado dónde poder actuar, dirigir, enseñar, experimentar, teniendo al ser humano como centro de todas las pesquisa”, dijo el actor durante la ceremonia de inauguración.

Alguna vez, seguramente Jorge Chiarella leyó en una entrevista o me oyó decir entre amigos, que mi única frustración profesional había sido no llegar a tener un teatro propio. Lleno de entusiasmo regresé al Perú en 1980 para tratar de hacer realidad ese sueño. No pude lograrlo. Muchos años después, Coco Chiarella, al más puro estilo Sigmund Freud, se propuso quitarme esa frustración, ese trauma y, por interpósita persona, en cierta forma mágica, realizar ese sueño mío”, dijo.

Jorge Chiarella concluyó así: “Este teatro es una gran responsabilidad porque tiene el nombre de la persona a quien consideramos el maestro que nos formó. Ricardo Blume es un ícono del teatro peruano. La existencia de esta sala es una forma de rendirle nuestra gratitud.”

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