Por Oscar Ramírez Maldonado / Almacenados es una obra que provoca emociones sin necesidad de grandes artificios. Una historia bien escrita y la actuación extraordinaria del señor Héctor Bonilla y de Sergio o Fernando Bonilla (según sea el caso), logran involucrar al público en la historia del señor Lino y de Nin; el montaje nos hablan de la rutina, los deseos y los sueños, de la búsqueda de justificación cuando éstos dos últimos se han perdido; de la diferencias entre generaciones, pero también de la solidaridad entre ellas; nos habla del “descubrimiento” del otro cuando somos capaces de escuchar y meternos en sus zapatos.
El texto del autor catalán David Desola, bajo la dirección del propio Fernando Bonilla (quien también está a cargo de la escenografía y la música), toma como punto de partida un almacen vacío y olvidado. Ahí el señor Lino, a punto de retirarse después de 29 años de trabajo, tendrá que capacitar durante cinco días a Nin, su relevo como encargado del lugar. Estos personajes tan disímbolos que son unidos por el azar, desde la desconfianza inicial, terminan por entenderse y compartir un sentimiento solidario.
El director nos dice que la importancia de esta puesta, que sucede en un “lugar absurdo” y se desarrolla a partir de una “anécdota sencilla, sin giros espectaculares”, radica en la profundidad de sus personajes que nos invitan reflexionar sobre temas políticos, sociales y familiares. Al respecto, Héctor Bonilla considera que esta obra es trascendente por la universalidad de su planteamiento, “es decir -afirma el actor-, lo que está preocupando a España, Portugal, Grecia, Italia, Wall Street, México, el desempleo de los jóvenes, básicamente”, y agrega que también es una reflexión sobre el cumplimiento del deber, sobre el significado de la responsabilidad en nuestras sociedades.
Almacenados es una obra que no se deben perder, definitivamente la actuación de Héctor Bonilla es impecable, su talento y experiencia llenan el escenario; es, sin duda, un placer por sí mismo verlo sobre las tablas. Cuando Cartelera de Teatro tuvo la oportunidad de disfrutar la obra, nos tocó que en el papel de Nin estuviera Fernando Bonilla, tenemos que decir que realiza una estupenda y muy divertida actuación; estamos seguros que también con Sergio Bonilla el personaje de Nin logra ser entrañable como lo es en la interpretación de su hermano, parece que el talento es el sello familiar.
Esta puesta en escena, que cuenta con el trabajo de iluminación de Alberto Lomnitz, es garantía de pasar un rato divertido; estamos ante uno de esos montajes en los que la risa es el vehículo perfecto para la reflexión. Estamos seguros que si se deciden a ver Almacenados, que se presenta en el Foro Shakespeare, saldrán de la función ampliamente satisfechos.
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