Por Luis Santillán / Según se lee en algunos lados Cartografía sobre la arena es un proyecto a partir de la amistad de cinco mujeres que se conocieron cuando tenían 20 años y ahora, 17 años después, se reencuentran para hacer una suma de lo que vivieron al recorrer el mundo en ese lapso de tiempo. Lo curioso es que en escena lo que suma son las despedidas, múltiples formas de despedidas y los procesos que conlleva las mismas. Lo cierto es que el proyecto se sostiene por la gran calidad y capacidad actoral de Mahalat Sánchez, Georgina Ságar, Rebeca Trejo y Alejandra Chacón.
La dramaturgia trabaja con una estructural de postales –acorde a la provocación inicial del proyecto, pareciera-, es probable que fusione componentes de realidad con ficción de tal manera que el discurso se desprende de quien tuvo la experiencia de primera mano para convertirse en carne de relato, sin embargo, se queda en un punto intermedio, salvo las dos últimas secuencias que poseen una gran fuerza emotiva, las demás partes se colocan en una narración sin dirección emotiva. Se supone que la estructura de postales tiene su acierto, no en el desarrollo causal de una anécdota, sino en la suma de estados emotivos. La suma no se logra.
La escenografía de Elizabeth Alva parece inspirada en algunos trabajos previos de Tapioca Inn, de ser así, ese coqueteo es interesante dado que la historia de las “amigas” que se reúnen en este proyecto está vinculada. Las “bancas” son funcionales, discretas y aportan en cada bloque para la construcción espacial. No queda claro la aportación del video a cargo de Sergio López Vígueras, se entiende que es un elemento para poder tener un grado de mayor intimidad, sin embargo, no existe la unión armónica de este con la escena.
Ricardo Rodríguez tiene el crédito de director, mas la puesta en escena da la impresión de que su labor fue más de un aliado en la organización del material y un primer espectador que colaboró en volver escénico ciertos momentos, con esto –de ninguna manera- se pretende demeritar su trabajo, sólo se quiere resaltar que la escena lo que proyecta es más una necesidad de las actrices por compartir una propuesta.
Cartografía sobre la arena es un proyecto grato por el trabajo actoral, ver a estas cuatro mujeres (en la función que se presenció sólo estaban las mencionadas) compartiendo experiencias y desarrollándolas como relato en el escenario es lo que vale la pena del montaje. Las características de la puesta en escena la acercan más a propuestas en moda sobre la anulación de elementos del drama convencional, pero es innegable que con estas buenas actrices el teatro siempre supera la moda para establecerse como teatro.
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