Por su admirable trayectoria y valiosa contribución a la historia del teatro en México, el director escénico José Solé fue galardonado con la Presea FIC Cervantina.
Jorge Volpi, director general del Festival Internacional Cervantino, y Miguel Márquez Márquez, gobernador constitucional de Guanajuato, entregaron el reconocimiento durante la ceremonia de inauguración del evento.
La Presea Cervantina, que se entrega desde 2010, reconoce la trayectoria y el talento de creadores y artistas mayores de 70 años de edad, así como de agrupaciones artísticas que han hecho importantes aportaciones a la cultura en México, y al FIC en particular.
El maestro José Solé se adentró al arte escénico desde que tenía 8 años, cuando compró un billete ganador de lotería que le permitió hacerse de casi 900 pesos –de ese entonces– en títeres. Al entrar a la secundaria formó un grupo de teatro, lo que después lo llevaría a estudiar actuación en la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y dirección en París.
Debutó como actor amateur en 1946, posteriormente participó en montajes como Don Juan Tenorio, Antígona y Como primavera hasta 1948.
Su debut profesional fue en “La loca de Chaillot”, de Giraudoux, en 1949 y a partir de entonces empezó a presentarse en diversos escenarios de México, bajo la dirección de los más reconocidos directores escénicos de la época como Clementina Otero, Salvador Novo y Enrique Ruelas Espinosa, quienes fueron sus mentores dentro del arte teatral. Como director de teatro debutó con “Antígona” en 1959.
Fue director de la Escuela de Arte Teatral, jefe de la Dirección de Teatro del INBA y Coordinador Nacional de Teatro de Bellas Artes de 1991 a 1995.
Su quehacer en el teatro lo definió en las palabras: “poder tener la gracia de los dioses, es poder dedicarse a lo que uno quiere”.
Por su parte, el fotógrafo Rodrigo Moya también fue reconocido con el galardón, el cual le fue entregado por el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
