Por Oscar Ramírez / Quiela es un monólogo que emociona y conmueve; interpretado por Odille Lauría de manera extraordinaria, nos habla de la ausencia, el abandono, el desamor y el silencio de la persona amada. Sin embargo, este montaje nos habla también de renacimiento y esperanza, de la conquista del propio ser frente al silencio que se vuelve una especie de violencia.
Este montaje, escrito y dirigido por Guillemo León, nos cuenta la historia de la pintora y artista rusa Angelina Beloff, quien fuera la primera esposa de Diego Rivera. Guillermo León parte del libro Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska, en el que la autora a su vez retomó las cartas que Beloff escribió a principios de la década de 1920, después de que Rivera regresara a México dejándola sola en París.
Para contarnos el doloroso camino que Quiela tuvo que recorrer para recuperarse a sí misma y lograr el reconocimiento y el sitio que por derecho propio le correspondían dentro del arte moderno, Odille Lauría utiliza de manera eficiente y precisa una gran variedad de recursos escénicos. Un diseño escenográfico llevado al mínimo de elementos, de manera muy inteligente, deja prácticamente el escenario en toda su extensión para una intérprete que posee el talento para llenarlo.
Al ver esta interpretación uno intuye una cercana y fructífera complicidad; se tiene la impresión de que el director pudo encajar cada elemento de manera natural en su sitio, creando el espacio idóneo para su actriz en el escenario.
Presentada el año pasado en el marco de los ochenta años de Elena Poniatowska, Quiela es una producción de la compañía Tequio México. Sobre este montaje que en 2012 se presentó con éxito en el Theatre de l’Elysée, en Lyon Francia, su director ha señalado que “desde el abismo, Angelina, Quiela, escribe un río de letras sin respuesta, ahogada por la indiferencia de aquel a quien ama. Pero del fondo de la decepción amorosa emerge la posibilidad de la toma de conciencia”.
Este montaje es altamente recomendable y permite al espectador vivir una experiencia íntima y transformadora. Este texto inspirado en la historia de una mujer real y excepcional, a fin de cuentas nos habla a todos y nos toca; el amor, el desamor y la trascendencia a partir de estos nos incumbe a todos.
