Por Mariana Mijares/ Muchas veces nosotros queremos una cosa, pero al mismo tiempo, nuestra cabeza y nuestro corazón quieren otra; por eso resulta llamativo ver Así de Simple, la divertida comedia que nos muestra diferentes perspectivas de una pareja, de sus inconscientes, y que ha regresado con una nueva temporada los miércoles al Teatro Milán.
La obra escrita por Sofía Gonzáles Gil e Ignacio Bresso va mostrando fragmentos de la relación de Joaquín (Enrique Montaño) y Clara (Bárbara Falconi), pero además de ellos también vemos y escuchamos a sus respectivas ‘voces interiores’, interpretadas por Juan Pablo Rocha, Flor Benítez, Ricardo Baranda y Lorena Del Castillo, quienes de manera hilarante van compartiendo lo que realmente pasa por la mente de los protagonistas.
Este trabajo fue nominado a 5 Premios Estrella de Mar 2018, y mantuvo 8 temporadas consecutivas en Argentina, también se ha presentado en Perú y Uruguay.
En una de las primeras escenas se muestra cómo los protagonistas se separan, porque ‘no basta solo con quererse’; sus diferencias han crecido tanto que Clara decide que es mejor darse un tiempo. A partir de entonces, viajamos atrás para ver ocho distintos momentos, que nos van dando una idea de quiénes son Clara y Joaquín, cómo se enamoraron y en qué fallaron.
La escenografía nos traslada al departamento de Joaquín, donde ocurre la mayor parte de la historia y donde podemos ver instantes de su cotidianidad como pareja: su rutina de limpieza, la pasión de Joaquín por los videojuegos, la primera vez que se besan en un sillón, y más.
El montaje tiene un trabajo de dirección preciso de Jorge Seleme, quien hace que los inconscientes visten exactamente como los protagonistas: son como una calca, lo que también se refuerza con movimientos perfectamente coordinados (coreografiados por Emmanuel Robredo Ortiz) para que los actores verdaderamente parezcan la misma persona.
Falconi sobresale como Clara, una mujer en conflicto por el cariño que le tiene a Joaquín, pero que está consciente de que él no la entiende, pues ella se encuentra en el proceso de definir a lo que quiere dedicarse; por eso, la saca de quicio que Joaquín pregunte cosas como: ‘¿qué hace una diseñadora de interiores?’
Gracias a la variedad de las escenas, cada uno de los actores tiene momentos de lucimiento y comedia que nos van dejando ver las diferentes facetas de estos personajes: enojados, felices, hartos, desintonizados, o cachondos. Otro de los grandes aciertos de Seleme es el ritmo, que se mantiene gracias a la complicidad y química entre los seis actores y a la precisión con la que cada uno va interviniendo.
Como espectadores, resulta muy original -y divertido-, poder escuchar esas voces interiores sin ningún tipo de filtro, porque en la vida real no siempre decimos exactamente lo que pensamos, lo que sin duda le añade un toque distintivo y entretenidísimo a este trabajo.
Y aunque la obra se llame Así de simple, realmente trata sobre lo complicado que es relacionarnos no solo con una pareja, sino también con nuestros propios pensamientos y sentimientos: ¿a quién escuchamos?, ¿cómo los conciliamos para llegar a un justo medio? Eso no necesariamente es taaan simple…
La obra se presenta todos los miércoles en el Teatro Milán, consulta horarios y precios, aquí.
