Por Arantxa Castillo, Fotos: Cortesía/“Nada muere todo se transforma” dice el famoso estribillo de una canción de Jorge Drexler. Una frase que nos ayuda a comprender que todo ciclo da pie al comienzo de otro. Así ha sido con el teatro, que desde sus inicios ha acompañado a la humanidad durante su evolución.
El teatro, que es movimiento, contacto humano, que es presencia y es juego, hoy en su día de conmemoración se encuentra en pausa, pero los creadores escénicos no. Ellos continúan encontrando la manera de que esta contingencia no acabe con algo como el teatro, que hoy encuentra como única manera temporal de seguir: a las nuevas tecnologías.
El teatro que ha exigido tanto a los espectadores que mantengan apagados sus celulares durante la sala de función, para mantener la experiencia viva y pura del arte escénico. Hoy encuentra su único vínculo con ellos a través de sus pantallas.
Iniciativas como #ElTeatroSeCelebraEnCasa de Davo Herrera y Ed Reseña que proponen la celebración de este arte vía streaming, o “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura Federal, que invita a los creadores escénicos a participar en un concurso. Son ejemplo del que teatro se reinventa y busca la manera de estar cerca de la gente.
Festivales virales, lecturas dramatizadas en Facebook Live u obras completas en YouTube son algunas de las maneras que los teatreros han encontrado para mantenerse vigentes. Aunque muchos se resisten a la tecnología, comprenden que es la única plataforma para mantener el vínculo entre el arte escénico y el público.
Al respecto, Eloy Hernández, director general de Cortejo Producciones, opina que la comunidad teatral hará lo posible por ofrecerle una rato agradable al público durante la contingencia, sin embargo, asegura que no estamos preparados para hacer teatro vía streaming.
“Todos estamos usando nuevas herramientas como el Zoom. Estamos en esa área de oportunidad forzada. Hay muchas propuestas, pero la pregunta es ¿si estamos listos? Ahora que veo compañeros subiendo sus obras, pues de pronto me doy cuenta que no son tan atractivas para la gente. No tenemos la producción de BBC y hay otro tema, por ejemplo yo tengo los derechos de autor de mis obras, pero para la representación escénica, no para otro tipo de representación. Yo tendría que hablar con la agencia de Lars Von Trier para subir Dogville”.
Eloy abundó en la intención positiva de los teatreros en crear este nuevo puente: “Pienso que en nuestro afán de abrigar al espectador, no nos frenamos en pensar si tenemos todos los elementos necesarios, pero entiendo que el teatro sana y aun por streaming o Facebook Live, los creadores están rescatando esa necesidad del artista y del espectador, de tener ese puente. Es algo muy noble, que mejor que la gente se distraiga con teatro”.
Por otra parte Morris Gilbert , director general de la división teatral de OCESA, Mejor Teatro,asegura que no le gusta la idea de ver el teatro en la pantalla, pero está consciente de las necesidades de este momento.
“Jamás será lo mismo. ¡Impensable! Porque la comunión que se da en el teatro es sagrada y nos humaniza, porque es una función única e irrepetible. El teatro es el antídoto perfecto contra la barbarie. Creo que el fenómeno del público es la misión del teatro. Desde luego hay lugar para estas plataformas, sobre todo en este momento. Nosotros estamos considerando subir mucho material para nuestro público, pero no queremos que se pierda la esencia”.
Mientras que, Rebeca Moreno, productora y directora del Teatro Xola Julio Prieto, considera que es momento de aprovechar las bondades de las nuevas tecnologías, por otro lado opina que pensar en streaming es hablar de otra expresión artística y por ende otra industria.
“El teatro es una experiencia viva no puede ser de otra manera. Sus insumos son humanos, es como hacer el amor, tiene que estar la persona ahí para vivir la experiencia emocional, sensorial que involucra los sentidos. Por eso cuando me dicen sube tus obras en streaming, es complejo porque es otro arte, se llama cine y ahí tienes que meter otros ingredientes para enganchar el público”.
Finalmente, Moreno resaltó la importancia de reinventarse aunque aseguró que aún es muy pronto para saber hacía donde: “Hace algunos años consideré lo de las aplicaciones para una librería digital. Ahora ya todo mundo puede hacer aplicaciones, el problema del internet es que se vuelve de todos y hay que saber monetizarlo. Ahora no sé dónde voltear, me tendré que reinventar, pero no quiero hacerlo con otra cosa que no sea haciendo teatro”.
Por el momento la comunidad teatral vive una gran incertidumbre en torno a la contingencia del Covid-19, la duración que pueda tener esta etapa y el impacto que pueda generar a nivel industria. Hoy al igual que todos, los teatreros están, desde sus casas, ideando nuevas formas de acercarle al público su arte, usando las tecnologías. Están aprovechando las redes sociales para recordarle a los espectadores que el teatro no ha muerto. Ni lo hará nunca.
