El 23 de enero de 1989, a los 85 años, muere el pintor, escultor, grabador y escenógrafo Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, mejor conocido como Salvador Dalí. Un personaje fundamental en las artes plásticas del siglo XX, siempre controvertido, fue una de las figuras más visibles del surrealismo. Su trabajo como artista plástico es bien conocido, sin embargo, también fue un fructífero diseñador de vestuario y escenografía. Incursionó realizando trabajos en disciplinas como la ópera, el cine, el ballet y, por supuesto el teatro. Para recordar al artista, a 35 años de su muerte, les platicamos algo de su acercamiento al teatro.

Según la historiadora del arte Piedad Vargas Soria, en su artículo “El hecho escénico: Dalí, ingenio y creatividad” (Hecho Teatral, 2018, vol. 18, pp. 113-129), el pintor catalán es un hombre de teatro, no solo porque así se consideraba a sí mismo, sino “porque trabaja y explora múltiples ámbitos y lenguajes del hecho teatral”.

Dalí inicia su actividad como escenógrafo en 1927, con La familia del arlequín. Estrenada en marzo de ese año, el montaje, dirigido por Adriá Gual, tuvo una sola función que se anunció como una “velada de investigación teatral”. Ese mismo año, el pintor diseña escenografía para Tic Tac, escrita por Claudio de la Torre y dirigida por Lugné Poe. Se trata de un montaje que sí se llegó a representar en varias ciudades, incluída Madrid, pero si el trabajo realizado por Dalí.

Se podría decir que, de manera formal, su estreno como escenógrafo y diseñador de vestuario se dio el 24 de junio de 1927, cuando estrenó Mariana Pineda, de Federico García Lorca en el Teatro Goya de Barcelona. En este montaje colaboró con el poeta andaluz, que en ese entonces era su amigo cercano. Según cita Vargas Soria, para el profesor José Luis Plaza Chillón -en sus estudios sobre escenografía- el montaje de Mariana Pineda comenzó a cambiar el panorama de aquel entonces. Esto, señala la autora, a pesar de la resistencia del público “ante las novedades escenográficas, coreográficas de vestuario e interpretativas que se muestran en dicha obra”.

Posteriormente, Salvador Dalí trabaja en puestas en escena como Bacanal (1939), Tristan loco (1944) y Coloquio sentimental (1944).

En noviembre de 1948 se estrena Rosalinda o Come vi piace (As you like it), de William Shakespeare, bajo la dirección de Luchino Visconti. Para esta obra, que se representó en el Teatro Eliseo de Roma, Dalí realizó vestuario, decorados y el cartel publicitario.

El surrealista realizó la escenografía y vestuario para Don Juan Tenorio. En 1949, por iniciativa del director Luis Escobar, se realiza un montaje innovador de la obra de José Zorrilla. Bajo la dirección del propio Escobar y de Huberto Pérez de la Ossa, la obra se remontó en 1950 y 1964. “Estaba escrito que yo tenía que hacer un Tenorio. Es una obra típicamente daliniana. Era absolutamente inevitable”, dijo el mismo Dalí en su momento.

Esta versión del Tenorio se presentó en el Teatro Nacional Español y el Teatro Nacional María Guerrero. La primera versión se estrena el 1 de noviembre de 1949, la segunda el 3 de noviembre de 1950 -con nuevas escenografías- y la tercera el 30 de octubre de 1964.

“En la prensa del momento”, señala Piedad Vargas Soria, “los decorados de Dalí fueron descritos como: ‘monstruosos, fabulosos, locos, divinos, insultantes, sugerentes e incongruentes‘ (Gibson, 1998)”.

La inquietud del Salvador Dalí por el teatro no se limitó a la escenografía y el vestuario. En 1954 inicia la escritura de una pieza dramática dividida en tres actos. Originalmente la obra se tituló Delirio erótico-místico. Posteriormente el nombre cambió a Mártir, Tragedia lírica en tres actos, sin embargo, la obra quedó inconclusa.

Cómo ya hemos dicho, el pintor surrealista no solo realizó trabajos para teatro, sino abarcó disciplinas como la ópera, ballet y cine. Para conocer más del trabajo como escenógrafo Dalí en el teatro y en otras áreas, pueden consultar el artículo de Piedad Vargas Soria que citamos al inicio de este texto, y que nos fue de gran utilidad, así como la tesis doctoral de María del Rosario Charro, DALÍ A ESCENA: Obra dedicada a la escenografía, diseño de vestuario y acciones performativas (2015).

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: museoteatro.mcu.es.

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