Pedro Calderón de la Barca es uno de los máximos representantes del Siglo de Oro español. Es también autor de uno de los soliloquios más famosos del teatro español: el de Segismundo, en La vida es sueño. El dramaturgo y poeta nace un 17 de enero en Madrid, España.

Desde sus primeras comedias, La selva confusa y Amor, honor y poder, el autor escribió un sin fin de obras en distintos géneros que incluyen teatro, la poesía lírica, la poesía épica y la prosa. Entre sus obras de teatro más famosas están La vida es sueño, El Alcalde de Zalamea y La dama duende.

Se trata de un personaje muy singular, pues no solo se dedicó a la escritura, sino que fue también soldado y sacerdote. Es famosa también la rivalidad que sostuvo con otro de los máximos exponentes del Siglo de Oro, Lope de Vega.

Para recordar a este dramaturgo fundamental en la historia del teatro español, te contamos 5 datos curiosos sobre él.

Un nombre de largo aliento. Si bien actualmente lo conocemos, simplemente, por Pedro Calderón de la Barca, el nombre completo del autor español era: Pedro Calderón de la Barca y Barreda González de Henao Ruiz de Blasco y Riaño.

Seis entierros para un dramaturgo. El autor murió a los 81 años de edad, y sus restos fueron originalmente colocados en la iglesia de El Salvador, en Madrid. Sin embargo, a lo largo de los años fueron enterrados y desenterrados hasta en cinco ocasiones más, para cambiarlos de sitio. Hasta que finalmente llegaron a la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, en Madrid.

Restos perdidos. En 1936, al inicio de la Guerra Civil Española, la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores fue incendiada y saqueada. Ahí reposaban los huesos del dramaturgo, algunas versiones dicen que fueron robados durante el saqueo, otras que se quemaron en el incendio. Recientes investigaciones apuntan que parte de los resto del poeta se encuentran en la calle Mayor, en la cripta de lo que alguna vez fue la iglesia de El Salvador.

Una personalidad controvertida. Durante siglos el autor español ha sido calificado, según el punto de vista, como “reaccionario conformista y ortodoxo o libertino, subversivo y escéptico, poeta de la Inquisición o dramaturgo ateo”, señala Antonio Regalado, ensayista y crítico literario en unta entrevista para el periódico La Vanguardia. Esta controversia alcanzó en el siglo XX al mismo Federico García Lorca, cuando para su Aventura en La Barranca (1932) decidió iniciar con La vida es sueño (no la pieza dramática, sino el auto sacramental que Calderón de la Barca reescribió cuatro décadas después del original). Sectores de izquierda lo criticaron por iniciar este texto, financiado por el gobierno de la Segunda República con un texto católico.

Obra monumental. Según el propio Calderón de la Barca, en un conteo que hizo poco antes de morir, afirmó que había escrito al menos 110 comedias. Una vez ordenado sacerdote en 1651, Calderón de la Barca se dedica exclusivamente a escribir para la corte y autos sacramentales. Estos últimos son teatro religioso, una especie de drama litúrgico con una estructura alegórica. De este tipo de textos, el dramaturgo escribió cerca de ochenta. Es decir, en estos dos géneros, tan solo, creo 190 obras.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Imagen: Retrato de Pedro Calderón de la Barca por Pedro de Villafranca, grabado calcográfico, Madrid, 1676 (Biblioteca Nacional, Madrid).

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