Antes de 1560 no existía en España e Hispanoamérica el concepto de un edificio destinado a las representaciones teatrales. Éstas se realizaban tanto en palacios, en los salones o patios de casas particulares,como en plazas públicas, en patios de hospitales, en algunos almacenes y posadas, e incluso en las calles.

Para la última mitad del siglo XVI y el siglo XVII surge el corral de comedias. Se trata de un modelo de teatro público de carácter permanente, instalado normalmente al descubierto en patios y corrales interiores. En ellos se representaron las obras del Siglo de Oro, con autores como Lope de Vega, Calderón de la Barca y Tirso de Molina.

Se les llama corrales por el espacio físico que ocupaban. Mientras que el término comedias, se refería a cualquier obra teatral de cualquier género, ya fuera tragedia, drama o comedia. El único corral de comedias que en España se conserva íntegro es el de Almagro, sede del Festival Internacional de Teatro Clásico.

En México uno de los recintos de este tipo que mejor se han conservado es el Teatro Gregorio de Gante en el Tecali de Herrera, en Puebla. El nombre de muchos de estos recintos en tierras americanas cambió a coliseos. El Coliseo de la Ciudad de México se construyó entre 1671 y 1673 a un costado del Hospital de los Naturales, que se ubicaba en lo que hoy es Eje Central y la Calle Victoria.

Estas estructuras para representaciones teatrales tenían una organización que respondía a la jerarquía de los grupos sociales. De acuerdo con esto se distribuía el público en su interior. Básicamente estos corrales contaban con un tablado que servía como escenario, éste y las gradas laterales a veces podían estar protegidas por un techo voladizo. Una de las primeras innovaciones que se introdujo en este tipo de recintos fue la instalación de un toldo para proteger del sol al patio, esto también lograba una luz homogénea en todo el recinto. Este tipo de recintos tiene ciertas similitudes con los teatros isabelinos (de los cuales hablaremos en nuestra siguiente entrega).

Las partes que un corral de comedias podía incluir eran:

  • Tablado o escenario. Se ubicaba al fondo del patio y podía contar con una trampilla para accede al foso.
  • Tertulia. Era un sencillo hemiciclo de dos niveles que separado por el patio se ubicaba justo frente al escenario. Ahí había espacios especiales para el clero, autoridades, nobles, burgueses y otros personajes notables, entre ellos los palcos, aposentos y desvanes.
  • Cazuela. Se ubicaba al fondo, debajo de la curia municipal, ahí se colocaban las mujeres.
  • Palcos alojeros. Se ubicaban debajo de la cazuela, en la galería baja a los costados del zaguán de entrada. En ellos se vendía aloja, una bebida preparada con agua, miel y especias.
  • Patio. Aquí se ubicaban los hombres, quienes veían la obra de pie y también se le conocía como “mosqueteros”.
  • Toldo. Gran parte de los corrales contaban con uno, como ya dijimos, además de proteger al público, creaba una luz uniforme, ya que las representaciones ser realizaban de día para aprovechar la luz.

Estos, con ciertas variantes, eran los elementos con los que contaba un corral de comedias. Como dato adicional, en México, la Compañía Nacional de teatro construyó en 2012 La Corrala del Mitote. Se trata de un dispositivo escénico itinerante pensado para ubicarse en plazas públicas, y que integra características inspiradas tanto en los corrales de comedia como en los teatros isabelinos.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

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