Por Ro Tierno, Fotos Cortesía EFíbero/ Se trata de un proyecto del Programa Iberescena, que pretende ser un espacio de encuentro y discusión para analizar e implementar políticas y acciones que mejoren el desarrollo de festivales iberoamericanos de artes escénicas. Hablamos con su impulsor, Marcelo Allasino, presidente del Consejo Intergubernamental Iberescena y director del Instituto Nacional de Teatro de Argentina INT.

EFíbero es un espacio de reflexión, análisis y debate en torno a la gestión de festivales de artes escénicas de toda la región de habla hispana, que tuvo su primera edición en vivo a principios del mes de julio, en la Casa Victoria Ocampo, en la Ciudad de Buenos Aires. Participaron al menos catorce países, que también forman parte del Programa Iberescena, que promueve la actividad artística a través de becas e intercambios.

De México, participó el Festival Internacional de Teatro Universitario FITU, de la UNAM, junto a festivales que se realizan en Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Panamá, Costa Rica, Salvador, España, Argentina, entre otros.

“Este encuentro respondía a una necesidad compartida por parte de los países que formamos el programa, acerca de que no hay espacios de discusión y análisis de la problemática de los festivales. Notamos que hay una gran proliferación del mercado, hay instancias dónde generar rondas de negocios, espacios de exhibición para espectáculos que pretenden girar,  más no había una instancia de reflexión sobre el por qué, para qué y de qué modo los festivales de artes escénicas operan en este contexto tan particular del siglo XXI y tan cambiante, entonces surge por esa necesidad”, explicó Marcelo Allasino, también director de teatro y creador del Festival de Teatro Rafaela, que se realiza hace más de 20 años.

EFíbero tuvo seminarios, mesas de discusión, plataforma de exhibición de artistas, y se destacó la presencia de Faith Liddell, productora y ex directora de los Festivales de Edimburgo; Mateo Feijoó, director de Naves Matadero- Centro Internacional de Artes Vivas de Madrid; y Carmen Romero Quero, creadora y directora de Fundación Teatro a Mil, del Festival Internacional Santiago a Mil. El encuentro además cuenta con una plataforma virtual activa y próximamente editará junto a la Universidad Nacional de Buenos Aires UBA un libro con las temáticas y conclusiones planteadas.

Uno de los temas que se abordó en las mesas de discusión fue el análisis de las políticas públicas que se aplican en los países para acompañar el desarrollo de los festivales de artes escénicas, y en este diagnóstico se reflexionó acerca de cuáles eran los modelos más desarrollados o avanzados.

“Compartimos el caso que ocurre en Argentina, hay una política de estado para proteger el desarrollo del sector, no solo de festivales, sino de la producción y las salas, gracias a la Ley Nacional del Teatro, que permitió la creación del Instituto Nacional del Teatro desde hace más de 20 años. Compartimos el modo en el cual, a través de distintas líneas de subsidios, el instituto acompaña la organización de casi 180 festivales en todo el país”, comentó el Presidente del Programa Iberescena.

Actualmente, se acaba de aprobar la Ley de Fomento de Artes Escénicas en Chile y en Uruguay hay un proyecto similar que ya está encaminado. En este marco legal, la producción y el desarrollo del sector se reproduce de una manera más estable y prolongada en el tiempo, como es el caso de Argentina.

Por otro lado, en el 2017 el INBAL de México celebró un acuerdo de cooperación con el INT de Argentina, lo que brindó un marco para realizar acciones que permitieran el intercambio y la colaboración en la producción de artes escénicas. Sin embargo, en la transición de gobierno este acuerdo ha quedado algo paralizado.

“México tiene una tradición muy importante en el hacer, en la circulación y el intercambio del teatro. Es un país que integra el programa y nos quedamos un poco con las ganas de la participación mexicana en términos de representantes, en este cambio de gestión no hubo una propuesta contundente en el encuentro. Entiendo que hay una mirada del intercambio internacional que está un poco restringida en esta nueva etapa”, expresó Allasino.

Otro de los ejes tratados en EFíbero fue sobre políticas y estética, y modelos de financiamiento, “un tema que preocupa mucho y genera interés, sobre todo porque en el encuentro había festivales de mucha trayectoria, de gran envergadura, y otros que son más jóvenes, más emergentes y que intentan aprender de esos modelos”.

En este sentido, el encuentro tuvo participación del sector privado, del cual Allasino expresó que “hay intereses que se complementan, y una gran necesidad de generar sinergias para complementar los esfuerzos, y es el único modo que se puede plantear para lograr una acción transformadora a nivel social. Este encuentro fue bastante ejemplificador de esas miradas, porque había tanto representantes de distintos gobiernos como proyectos independientes, pero para mí lo más importante es sumar esfuerzos más que chocar”.

Sobre la (no) crisis del público teatrero

Un tema que siempre ronda en las entrevistas y en los espacios de reflexión sobre la actividad teatral es, por supuesto, el público. En algunos países la crisis económica se traduce en las butacas vacías, como el caso de Argentina que ha sufrido una baja del 40% de espectadores, pero también hay una necesidad de crear ‘nuevos públicos’, con políticas culturales que apoyen esta formación.

¿Es un momento difícil para las Artes Escénicas?

Marcelo Allasino: En nuestro país (Argentina) es un momento muy particular por la crisis económica que estamos sufriendo, eso afecta a este sector como a tantos otros, sin embargo creo que hay una pulsión en la creación que se manifiesta con más intensidad y nuevas ideas justamente en los momentos de crisis. En un enfoque regional, se están dando manifestaciones en algunos países que generan una alerta, se está dando en el mundo algo que tiene que ver con un cambio de paradigma, y se evidencia en situaciones donde quizá hay un retroceso en cuanto a cuestiones que creíamos ganadas en derechos, libertades, diversidad… de repente aparece Bolsonaro en Brasil y pareciera que retrocedemos 50 años. Creo que es un fenómeno que indica que realmente hay algo profundo que está cambiando y esa reacción al cambio es lo que se está evidenciando, con más intensidad en algunos países. Quienes apostamos por la creación y las manifestaciones de la cultura tenemos que entender que es un momento difícil y hay que estar precavidos, defendiendo y cuidando aquello que hemos conquistado.

¿Crees que es necesaria la formación de ‘nuevos públicos’?

Yo creo que hay un público cada vez más creciente, que ha ido despertando su interés y se ha ido formando, y de la mano de ese público ha crecido mucho la producción, hay un interés mayor de gente que se vuelca al arte, que quiere producir… lo comparo con 20 años atrás y hay mucho público exponencial. También hay públicos con nuevos intereses, otras expectativas, muy joven, que está atento a las pulsiones del diálogo con la tecnología y la cosa en vivo, entonces eso va marcando un nuevo rumbo.

Sin embargo esa misma tecnología puede generar salas vacías…

Las realidades son diferentes y es relativo, depende de donde uno lo vea. Yo creo que en las últimas décadas hubo un gran acercamiento de la creación hacia los espacios educativos, en Argentina por ejemplo los niños en las escuelas primarias y secundarias hoy en día tienen la posibilidad de tomar contacto con muchas posibilidades expresivas. También creo que si no hay un público que crece de la mano de eso, hay que ver qué estamos creando los artistas, hay una crisis de creación también, hay compañías que siguen creando del mismo modo que hace 20 años cuando hoy el escenario cambió y el público es otro. Yo estoy convencido de que hay un público que fue creciendo, se fue formando y educando y que quizá no le termina de interesar mucho lo que se está produciendo hoy, puede pasar por ahí también. Esto en relación al deseo de ir o no al teatro, la crisis económica es otro tema, en cuanto a quién puede o no pagar hoy una entrada.

¿Ya sabemos algo del próximo encuentro de EFíbero?

No, por ahora no. Esta fue una experiencia piloto, teníamos deseos de que resultara intenso, productivo, valioso, y terminó siendo eso, queríamos ver cómo se daban las dinámicas respecto a las actividades que propusimos, el alcance que le dimos y en todos esos aspectos estuvo súper bien. Creo que EFIbero está pensado como un encuentro de los festivales de toda la región, quizá se podría dar cada dos años, y entre medio hacer unas versiones más pequeñas en cuanto al alcance geográfico, pensar en hacer encuentros para los festivales de Argentina, los de Brasil, o Centroamérica, así pueden participar más festivales cercanos al sitio donde se haga.

Para conocer más sobre EFíbero pueden dirigirse a www.efibero.org

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