El sábado pasado finalizó una serie de 14 presentaciones de La Apología de Sócrates, de Platón, en el Museo de la Universidad de Atenas. Después de haber realizado una gira por 14 países, que incluyó 250 representaciones, la compañía teatral Elliniko -conformada por el Teatro Griego de Nueva York y el Teatro Internacional de Grecia- decidió realizar esta serie de presentaciones en la capital griega.
En medio de la crisis que el país helénico atraviesa, y convencidos de la relevancia de Sócrates para la Grecia contemporánea, esta compañía binacional decidió presentar esta puesta en escena del texto de Platón adaptada en un espectáculo unipersonal. El texto de Platón es su versión sobre el discurso que su maestro, Sócrates, realizó en su propia defensa cuando en el año de 399 aC fue acusado de corromper a la juventud y de no creer en los dioses.
Sobre la cuestión de la importancia de Sócartes, Yannis Simonides, interprete del monólogo y ganador del premio Emmy, señala que “él siempre ha sido relevante, siempre ha sido esencial”, y agrega que “sus perlas de sabiduría son particularmente útiles el día de hoy”. El actor, nacido en Estambul y criado en Atenas, señala que Sócrates dijo “conócete a tí mismo”. “Estamos en una época en la que debemos mirar dentro de nosotros mismos, examinarnos antes que examinar a cualquier otro o juzgar a nadie. Tenemos que tener sentido de nuestras responsablidades; de nuestros derechos y nuestras responabilidades. De lo que somos, de qué ofrecemos, pero también de en qué hemos fallado, y examinar esto y reconocerlo”, señala Simonides.
Este año la compañía teatral Elliniko decidió comprometerse a quedarse en Grecia, en cuya capital se presentó este monólogo por dos semanas. Posteriormente, este espectáculo recorrerá -hasta finales de año- todo el país mediterráneo, para regresar a la capital en otoño, en donde se realizarán presentaciones junto al edifico del Parlamento. Sobre esta decisión, Simonides señala que después de mirarse entre los integrantes de la compañía se dijeron “nosotros necesitamos estar aquí, necesitamos comprometernos, necesitamos contruibuir un poco”.
“La esencia de Sócrates no es enseñarnos cómo pensar, sino eseñarnos cómo actuar, cómo vivir”, considera el protagonista de la puesta en escena. Sobre este particular, dijo, “seamos griegos frente a griegos, griegos frente a europeos, pobres frente al sistema bancario, fascistas contra izquierdistas, somos humanos y somos ciudadanos de la misma ciudad, ya sea la ciudad de Atenas o la ciudad del mundo”, por lo cual debemos sentarnos a mirar al otro y cuestionar al otro sobre lo que hay en su mente, y sobre la forma en la que podríamos encontrar un sitio común, “porque, si no lo econtramos, nos vamos a derrumbar”.
La apología de Sócrates, producida por el Teatro Griego de Nueva York en el año de 2004, actuada por Yannis Simonides y dirigida por Lucas Skipitaris, se ha presentado desde entonces en diversos lugares y países, desde las Naciones Unidas hasta el Ágora ateniense, en el Show Today de NBC y en más de 250 teatros, festivales, escuelas y universidades en Estados Unidos, Canadá, México, Uruguay, Chipre, Francia, Emiratos Árabes, Reino Unido, entre otros.
