Por Roberto Sosa/ Embrolladas tratan de alcanzar sus sueños y conseguir sus metas. Son tres mujeres jóvenes, coinciden en Barcelona, una llegó de México, otra de Brasil, la tercera de Italia. Comparten la pasión por el teatro, las drogas, las pedas, incluso el amor del mismo hombre: Harris. Su origen, educación e idiosincrasia las une y las confronta. Al momento de tomar decisiones y debatir, su temperamento las traiciona.
Carrer Notariat 10 es la dirección, así se llama la calle donde habitan estas tres chicas, su amistad se construye a partir de la necesidad de estudiar teatro, ser vistas y escuchadas; la lejanía y penuria saca lo mejor y peor de las tres. Representar Romeo y Julieta de William Shakespeare, es un ejercicio divertido para el espectador; catártico y excitante para las protagonistas.
La obra aborda el tema de la amistad fuera de contexto. La historia se teje con tres personajes en una tierra ajena a sus costumbres, lejos de su casa, familia y amigos; las convoca la afinidad que sienten por el teatro. La autoría es de Ana Lucía Ramírez, quien se inspira en sucesos verídicos que ella vivió durante su estancia en Europa. Su texto es a partir del entorno que rompe con los sueños de las protagonistas. El tono va del drama a la comedia.
La dirección de Karina Eguía Lozada engloba la mirada femenina de la puesta en escena. Su empatía con el género le permite conducir y traducir a la escena lo que sienten y expresan los personajes. Desde su óptica, las escenas fusionan situaciones verosímiles y ficticias. Su labor es el reflejo de un micro universo femenil donde predominan los sentimientos y las necesidades propias de la juventud.
La obra reúne el talento de actrices pertenecientes al colectivo La Talacha Teatro, de Xalapa, Veracruz. Ana Lucía Ramírez, Patricia Estrada Ramos, Rosa Eglantina González y Estefanía Norato (alternan personajes). Su trabajo actoral se basa en la técnica Jacques Lecoq (Francia 1921-1999), la cual da primacía a la gestualidad corporal sobre la expresión verbal; prioridad de acción física por sobre la palabra, además de un uso más completo del espacio escénico. El talento de las actrices es evidente.
Las escenas se crean y desarrollan en un escenario desnudo con tres módulos tubulares de distintos tamaños. De tal forma se pondera el movimiento y la narración a través de la corporalidad. A través de esta dinámica y con el dominio de la técnica, el trabajo actoral se nivela, es homogéneo, nadie actúa de más, ni sobresale. La iluminación acentúa los momentos significativos de la historia.
Las chicas del Carrer Notariat 10: hazaña excitante de unas confundidas, es una obra que se inspira en un hecho verídico, que indaga en el comportamiento de tres jóvenes en situaciones inusuales en un país ajeno; no es un discurso reflexivo, ni saldremos con el alma estrujada, se trata de un divertimento bien actuado y bien realizado con un grupo de actrices que nos muestran su talento. El montaje está simplemente bien hecho.
La escenografía es de Karina Eguía; iluminación, La Talacha Teatro; vestuario, Ángela Eguía. La producción es de La Talacha Teatro / Tres Colectivo Escénico / Área 51 Foro Teatral.
Las funciones son en el Teatro Orientación hasta el 17 de marzo, consulta precios y horarios, aquí.
