A través de una narrativa poderosa y una puesta en escena minimalista, Boris Schoemann encarna una vez más al señor Bashir Lazhar. Este unipersonal, a cargo de Los Endebles, cumple 15 años desde su estreno y podemos verlo por corta temporada los lunes en el Foro La Gruta del Helénico.
Bajo la dirección de Mahalat Sánchez, la propuesta está basada en Mi nombre es Bashir Lazhar, escrita por Evelyne de la Chenelière, la cual aborda temas profundos y conmovedores que son narrados por un inmigrante argelino llamado Bashir Lazhar, quien es contratado con poca antelación como profesor suplente en una escuela primaria, tras un trágico acontecimiento.
La atinada y entrañable interpretación del maestro Schoemann (a quien vimos recientemente en La gaviota y estuvo nominado a Mejor Actor en los Premios del Público Cartelera 2024), nos presenta varias lecciones valiosas sobre la vida, la educación, pero, sobre todo, acerca de la resiliencia humana:
– La educación como herramienta de sanación. Podría sonar un poco cliché, pero esta historia nos muestra cómo este refugiado de la guerra utiliza la educación no solo para enseñar conocimientos académicos, sino también como un medio para sanar las heridas emocionales de sus alumnos. La trama destaca el papel crucial que tienen los maestros en los infantes al proporcionar apoyo emocional y estabilidad en tiempos difíciles.
– Creando vínculos a través del dolor. Bashir, como inmigrante que ha sufrido la pérdida de su familia y la incertidumbre de un nuevo comienzo, es un claro ejemplo del poder de la resiliencia. Si bien en un principio, los chicos canadienses y este veterano argelino no tienen nada en común, poco a poco descubrimos que sus mundos están conectados. La compasión nos permite ayudar a sanar heridas y construir conexiones significativas.
– La vida es una tragicomedia. Evelyne de la Chenelière, la autora, combina acertadamente momentos de humor con profundas situaciones de dolor y pérdida, reflejando cómo las personas a menudo navegamos por la vida entre risas y lágrimas. Sin duda, la habilidad de manejar ambos extremos del espectro emocional es esencial para cualquier ser humano ya que nos ayuda a conectar auténticamente con los demás.
Las funciones son los lunes, hasta el 29 de julio en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, ubicado en Av. Revolución 1500, consulta horarios y precios, aquí.
Por Itaí Cruz, Fotos: Luis Quiroz
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