En Jacinto y Nicolasa conviven un montaje minimalista y la monumentalidad de la Sierra Tarahumara. Con pocos elementos, la dirección de Alberto Lomnitz y las interpretaciones de Sonia Couoh, quien tomó la estafeta de Teté Espinoza, y Luis Eduardo Yee, podemos sentir e imaginar los sonidos, los terrenos escarpados y los ríos de la parte más occidental de la Sierra Madre Oriental, en Chihuahua.

Su autora, Camila Villegas, entrelaza dos monólogos en los que una mujer y un hombre rarámuris, cuentan su historia.

La dramaturga conoció la realidad del pueblo rarámuri cuando trabajo durante dos años en un proyecto comunitario en la Sierra Tarahumara. A través de Jacinto y Nicolasa, comparte y transmite la cosmovisión de este pueblo, los “corredores ligeros”, que tienen tras de sí una rica historia, llena de cultura, tradiciones y formas propias de ver la vida.

Te compartimos tres razones para ver Jacinto y Nicolasa, que se presenta en La Titería, en el corazón de Coyoacán.

1. Ficción que se nutre de situaciones cotidianas. No es teatro testimonial o documental como tal, se trata de ficciones que se parecen dolorosamente a la realidad. Se nutre de situaciones cotidianas y de anécdotas que vive el pueblo rarámuri, así como muchos otros pueblos originarios de nuestro país.

2. Dos textos paralelos sobre la injusticia. Camilla Villegas nos muestra dos caras de la misma moneda. La madre que busca a su hijo que, siendo un criminal, es en escencia una víctima; y un hombre que siendo un asesino, en realidad realizó un acto de justicia distinto al que tiene la cultura occidental. Son dos historia que indagan sobre la idea de justicia e injusticia, sobre el abandono y la desigualdad.

3. Montaje limpio que se apoya en la actoralidad y la convención teatral. La dirección de Alberto Lomnitz permite a sus intérpretes habitar a sus personajes y que construyan un universo. El mínimo de elementos sobre el escenario da espacio para que las actuaciones poderosas de Couoh, Espinoza y Yee establezcan un puente con el público, quien ve en su imaginación lo que no está sobre el escenario.

Como siempre, una razón adicional es la privilegiada ubicación del recinto. Presentarse a unos metros del centro de Coyoacán, hace de esta obra un plan ideal para disfrutar del fin de semana, sin duda.

Para más información de este montaje, horarios y más, haz clic aquí.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado.

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